En primer término, la jugadora de Hockey de Universidad Nacional de Río Cuarto, Valentina Diratchette comentó: “Mis hijos son todo en mi vida, lo más importante que tengo. El hockey me apasiona y juego desde siempre. Por suerte pude acomodarme los horarios, y los niños lo hicieron junto a mí”, haciendo referencia a la organización del tiempo que requiere ser madre y deportista.
Y agregó, en cuanto al valor de las disciplinas deportivas: “Con mi marido tratamos de inculcarle la actividad física a nuestros hijos. Nos gustaría que hagan algún deporte, especialmente en conjunto, porque te nutre de valores que no se encuentran en otras cosas. Ellos siempre me hacen el aguante cuando yo juego”.
Finalmente, la jugadora de la UNRC habló sobre la relación con sus compañeras: “Las chicas me llaman la mamá del grupo. Suelen consultarme cosas y yo las aconsejo. Son mis pares y amigas, pero las veo con otros ojos por el hecho de ser madre. Las ayudo desde ese lugar”.
Por otra parte, nos dejó su testimonio Verónica Blanco, quien es jugadora de tenis de mesa adaptado, medallista parapanamericana y mamá: “Yo fui madre joven, a los 17 años. Di lo mejor de mí. Estoy orgullosa de mis hijos y de la niña que los empezó a criar desde chica”.
Sobre la distribución del tiempo en su vida diaria, Blanco agregó: “Uno no se fija las horas que ocupa en sus hijos porque lo hace con amor. Hoy en día ellos me dedican tiempo a mí y estoy agradecida por eso. Siempre me ayudan cuando los necesito. Cuando pueden me acompañan a competir, y si no siempre están presentes de algún modo”.
Por último, la ganadora del premio Deportes Río Cuarto 2019 en Deporte Adaptado habló sobre la importancia de las estas disciplinas: “Todos los días les digo a mis hijos que hagan deporte, porque te abre la mente y los caminos, conoces lugares y personas. Siempre les cuento todo lo que me ayuda a mí”.