El ministro de Economía, Martín Guzmán, afirmó que el organismo jugó un rol positivo en el canje con los bonistas y opinó que el nuevo programa debe promover mejoras en la competitividad del país, entre otros factores.
El ministro de Economía Martín Guzmán participó este miércoles de la cuarta reunión de Ministros de Finanzas y Presidentes de Bancos Centrales del G20, donde se refirió al intercambio entre el Gobierno argentino y el Fondo Monetario Internacional, tras la reciente visita de una comitiva del organismo multilateral de crédito.
″Queremos que el programa con el FMI ayude a restablecer la estabilidad macroeconómica", manifestó Guzmán. “Vamos a seguir utilizando todas las herramientas que tenemos para acompañar a los sectores más vulnerables y evitar los efectos persistentes de la crisis”, añadió.
El FMI es el principal acreedor del Gobierno argentino, luego de activada una línea de crédito stand by en 2018, de la que se desembolsaron unos 44.000 millones de dólares.
“Reafirmamos nuestro compromiso con el principio de que la salud debe ser la prioridad número uno. En Argentina, el Gobierno nacional está liderando la respuesta y seguiremos regulándola en base a toda la información disponible y al conocimiento que continuamos adquiriendo a medida que Covid-19 evoluciona. Se necesitarán políticas productivas que ayuden a la reforma estructural que vendrá con la transformación persistente que conlleva el Covid-19”, refirió el funcionario.
“A nivel global, la capitalización de los bancos de desarrollo multilaterales y regionales será muy importante para ayudar a financiar las políticas que se necesitan para garantizar el crecimiento inclusivo y equilibrado después del Covid-19. Cuando se trata del apoyo internacional a los países que lo necesitan, los problemas de la deuda insostenible deben abordarse oportunamente, debemos evitar caer en el problema de actuar demasiado tarde y hacer poco. En el mundo no se está haciendo lo suficiente”, expresó Guzmán.
Por otra parte, manifestó que “se necesitan más reformas y mejoras en la arquitectura financiera internacional para hacer frente a estos problemas. El FMI, en Argentina, jugó un rol constructivo y positivo que ayudó a un resultado exitoso, por lo que será importante que los acreedores respeten las restricciones de sostenibilidad de la deuda que define el Fondo Monetario”.
“En lo relacionado a la Argentina, estamos en proceso de conversaciones con el Fondo para un nuevo programa y hemos estado trabajando de manera constructiva. Queremos que el programa ayude a la recuperación económica del país y a reestablecer la estabilidad macro, que también incluya medidas que aborden problemas estructurales de la economía, una política que fomente mayor competencia, el desarrollo del mercado de capitales interno, políticas tributarias y políticas productivas que mejoren la productividad, generen empleo y estabilidad macro y fiscal”, confió el ministro de Economía.
“Esperamos seguir trabajando junto a todos los países del G20 para contribuir a un entorno global más seguro y estable. Necesitamos estar unidos en estos tiempos difíciles”, agregó.
Previamente, la directora gerente del Fondo, Kristalina Georgieva, había expresado: “Argentina enfrenta muy dramáticos desafíos sin soluciones fáciles, una profunda recesión, las condiciones sociales están empeorando, los desequilibrios económicos están creciendo y también el divorcio entre tipo de cambio oficial y el paralelo (shadow) se está expandiendo”.
“Luego de que la misión regresara, la prioridad más importante es poner en marcha una agenda económica creíble que equilibre el apoyo a la gente en el país y que garantice estabilidad macroeconómica”, afirmó en una conferencia virtual desde Washington.
“La tarea más importante del país es que brinde una hoja de ruta para saber cuál es la dirección que está adoptando y como sabemos que está alcanzando el destino que se busca. Estamos con la Argentina, la misión volverá en noviembre, queremos ser socios de la Argentina, contamos con la determinación política del país para salir del ciclo histórico de burbujas y caídas”. De este modo, se apartó de la retórica tradicional del Gobierno, que afirmó que los planes económicos no sirven.