Fue la 56ª vez que se veían las caras en toda su carrera. La 28ª para dirimir un título. La 3ª que definía un título de Roland Garros. Un clásico en el mundo del tenis entre dos de los tres jugadores más ganadores de la historia. Pero el resultado no fue sorpresa, ya que Rafael Nadal demostró porqué es el rey de la tierra batida y se impuso ante Novak Djokovic por 6-0, 6-2 y 7-5. De esta manera, el mítico estadio Philippe-Chatrier fue testigo no solo de la 13ª vez que el español levanta la Copa del Los Mosqueteros (récord absoluto), sino también de su conquista número 20 en Grand Slams para alcanzar en la cima nada menos que a Roger Federer.