Muere la madre de Sylvester Stallone, astróloga y promotora de la lucha libre femenina
- 22/09/2020 08:30 hs
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Jackie Stallone se crió en una familia dedicada a la gimnasia y a los 15 años se escapó de casa para trabajar en el circo Ringling. Tuvo un programa de televisión donde enseñaba a entrenar con pesas.
Jacqueline JackieStallone, madre de Sylvester Stallone (74), ha fallecido a los 98 años de edad, según ha informado el portal TMZ. Astróloga, bailarina y promotora de la lucha libre femenina, además de creadora de la rumpología, una disciplina que lee el futuro en los pliegues de las nalgas, Jackie fue mucho más que la madre de una estrella de Hollywood. Tenía una legión de seguidores y era casi tan famosa como su hijo.
Porque, antes de hincharse la cara a base de bótox, Jackie era un ejemplo de seguridad y feminismo. "Me vuelvo más popular a medida que envejezco. Porque Hollywood le teme a envejecer y yo sí creo que la vejez es tendencia. A todas les gustaría llegar a ser como yo, envejecer como yo. No en un andador, no en un asilo de ancianos", dijo, en 2013 al Daily Mail, orgullosa de haber conquistado a un galán 30 años menor, a través de su juvenil apariencia. Aunque, durante los inviernos que sucedieron a esa entrevista, la gravedad no respetó los tensores que sostenían sus párpados y los rellenos cedieron inexorablemente.
"Tengo demasiadas cirugías encima. Parece que tuviese la boca llena de nueces. Parezco una ardilla", dijo hace años, sin revelar cuántas veces había pasado por el quirófano.
Lo que siempre relataba con detalle era su pasado ligado al culturismo, al desarrollo de sus capacidades físicas y su lucha, como mujer, en un universo de hombres.
La historia de Jackie Stallone comienza en 1921, en Washington, donde se crió en el seno de una familia dedicada a la gimnasia. De hecho, según su biografía, fue el conocido culturista Charles Atlas quien le inculcó el gusto por el fitness. Así, Jackie no sólo se interesó, desde pequeña, por cultivar su figura, sino por convertirse en un exponente de la musculación.
A los 15 años se escapó de casa para trabajar en el circo Ringling Brothers and Barnum & Bailey, donde aprendió acrobacias y se unió a la performance de los Flying Wallendas, un número de equilibro sobre alambres. Pero luego cambió las piruetas por las mancuernas y se transformó en la primera mujer de la televisión local de D.C. en tener su propio show de levantamiento de pesas. Decidió abrir su propio gimnasio, bautizado como Barbella's, y enseñar que las mujeres no sólo buscan la elegancia. "Yo siempre estaba con guantes de boxeo, mientras otras chicas se preocupaban por verse guapas. Para mí, ese era el estilo de vida que resultaba natural", comentó en una entrevista a Sports Climax, en la que también habló sobre una de sus mayores pasiones: la lucha libre.
En la década de los 80, Jackie entró en el programa televisivo G.L.O.W.: Gorgeous Ladies of Wrestling -en el que se basa la famosa serie de Netflix-, con el nombre de Mama Stallone, una entrenadora que rapeaba para animar a sus compañeras. Pero para algunos, Jackie (que ya tenía más de 60 años) se encontraba "mayor" para sudar sobre un ring. Entre ellos, sus tres hijos: Sylvester, Frank y Toni. "Sylvester odiaba que estuviese en G.L.O.W. porque no era el tipo de cosas que debía hacer una mujer que es madre. No era el tipo de cosas que debía hacer una mujer en esa época", explicó en 2010. A pesar de ello, Jackie estuvo en la tele cinco años más. Pero cuando el programa acabó, Stallone no volvió a ser la misma y la prensa comenzó a notar ligeros cambios en su rostro.
La primera operación a la que se sometió Jackie fue en 1991. Sin embargo, su gran cambio estético llegó en 2000, cuando desarrolló una adicción a los rellenos. De ese modo, cuando entró en Gran Hermano VIP, en 2005, sorprendió a Inglaterra y a su ex nuera, Brigitte Nielsen, que apenas la reconoció al entrar en la casa. Pero nada hizo que la estrella perdiera su devoción por las cirugías. En 2012 estrenó la serie de inyecciones de colágeno que la mantuvieron como una "zombie", según las redes sociales. No obstante, Jackie se sentía cómoda con su aspecto: "Podría pasar por alguien de 60", declaró.