El ADN de los habitantes de Escandinavia presenta influencia de genes procedentes de Asia y del sur de Europa, antes incluso del comienzo de la llamada era vikinga. La mayoría de los guerreros vikingos tenía el pelo castaño y no rubio como se pensaba.
Hace más de mil años, las velas cuadradas de las embarcaciones vikingas aparecieron por primera vez en el horizonte de las costas europeas. A lo largo de los siglos posteriores, saquearon ciudades, conquistaron territorios y comerciaron con lejanas regiones de varios continentes: desde las estepas asiáticas hasta Norteamérica. Aunque en realidad la llamada era vikinga no ocupa un periodo largo -desde los primeros ataques alrededor del año 800 d.C. hasta principios del siglo XII- estos guerreros perviven en el imaginario colectivo gracias a la televisión, la literatura y los videojuegos.
Ahora, un nuevo estudio que analiza el ADN hallado en más de 400 esqueletos, obliga a replantear muchos de los tópicos sobre ellos. Una de las conclusiones de la investigación, que se publica este miércoles en la revista Nature, es que el concepto de vikingo en realidad no se limitaba a las personas con herencia genética de pueblos escandinavos. Por ejemplo, varios famosos enterramientos en Escocia atribuidos a invasores son, en realidad, individuos locales que asumieron identidades vikingas y que fueron sepultados como tales.
"Tenemos la imagen de los vikingos como un pueblo bien conectado entre sí, que se mezcla, comercia y hace incursiones para luchar contra los reyes en toda Europa, porque es lo que vemos en televisión y leemos en los libros", explica Eske Willerslev, investigador de la Universidad de Cambridge, director del Centro de Geogenética de la Universidad de Copenhague y coautor del estudio. "Pero en este estudio demostramos que no era ese tipo de sociedad. Además, los resultados apuntan que la identidad 'vikinga' no se limitaba a las personas con ancestros genéticos escandinavos".
Aparte de la ayuda de poblaciones locales, los ataques y saqueos parecen haber sido una actividad llevada a cabo en familia. La información genética de un barco que sirvió como enterramiento en Estonia revela que allí yacen cuatro hermanos que murieron el mismo día. "Y el resto de los ocupantes del barco eran genéticamente similares, lo que sugiere que probablemente todos procedían de un pequeño pueblo en algún punto de Suecia", afirma Ashot Margaryan, profesor de genómica evolutiva en la Universidad de Copenhague y primer autor del artículo. "Además, vemos diferencias entre diferentes poblaciones vikingas dentro de Escandinavia, lo que muestra que los grupos de esa región estaban mucho más aislados de lo que se creía", matiza Willerslev.
PIRATAS DEL NORTE
Los autores recuerdan que en realidad la palabra vikingo viene del término vikingr, que significa pirata. Aunque en la cultura contemporánea se ha convertido en un sinónimo para referirse a los antiguos escandinavos, en la Edad Media el término definía una actividad. Y al igual que grupos de piratas posteriores (por ejemplo, los primeros piratas modernos del Caribe), las tripulaciones vikingas perdían miembros con frecuencia y reclutaban nuevos efectivos en sus viajes, combinando elementos disidentes de diferentes orígenes y culturas.
Los investigadores subrayan así que personas genéticamente relacionadas con las tribus pictas de Escocia se convirtieron en vikingos sin llegar a mezclarse con los escandinavos. Asimismo, en Gran Bretaña e Irlanda se conservan fuentes escritas de la época que exhortan a los habitantes locales a no unirse a los invasores vikingos.
PELO CASTAÑO
Por otro lado, los resultados del proyecto de investigación, que ha durado seis años, reflejan que muchos vikingos en realidad tenían pelo castaño y no rubio y que la historia genética de Escandinavia estaba marcada por la presencia de genes extranjeros de Asia y del sur de Europa, antes incluso de esa llamada era vikinga.
"Este estudio cambia la percepción de quién era realmente un vikingo, porque nadie imaginaba que estos importantes flujos genéticos desde el sur de Europa y Asia hacia Escandinavia habían ocurrido antes de esa era", dice Willerslev.
NUEVA IMAGEN
La visión que se ha tenido de estos guerreros viene marcada por las representaciones artísticas del siglo XIX. El diseñador de vestuario de la primera producción de El anillo del nibelungo, Carl Emil Doepler, fue el primero que imaginó cascos con cuernos, creando un tópico que ha perdurado en la cultura popular. Tampoco parece que existiera una única identidad vikinga: las poblaciones de Dinamarca, Noruega y Suecia presentan cada una firmas genéticas diferentes.
El estudio apunta a que los habitantes de lo que hoy es Noruega viajaron a Irlanda, Escocia, Islandia y Groenlandia, los de Suecia fueron a los países bálticos y los daneses viajaron a Inglaterra. De hecho, a partir del siglo IX, y durante gran parte de la era vikinga, casi la mitad del territorio inglés estuvo bajo la Danelaw: el gobierno de los daneses.
Los autores recuerdan que el legado genético de esta época sigue presente hoy en día en el 6% del ADN de la población del Reino Unido, frente a un 10% en Suecia, por ejemplo. "Nuestros resultados cambian la percepción de quién era realmente un vikingo. Los libros de historia tendrán que ser actualizados", concluye Willeslev.