La Presidenta Cristina Kirchner dejó la Fundación Favaloro, pero deberá permanecer alejada de la política y de las situaciones de estrés que puedan afectar su estado de salud.
Después de una semana de internación,Cristina Kirchner fue dada de alta ayer al mediodía en la Fundación Favaloro ydeberá pasar un mes de "estricto reposo" en la quinta de Olivos , por lo que estará ausente en el tramo final de la campaña para las elecciones legislativas.
El último parte médico difundido minutos antes de que la Presidenta dejara el sanatorio indicó que deberá hacerse un "estricto control clínico-cardiológico", para evaluar la arritmia con la que había llegado a la clínica antes de que se le detectara el hematoma craneal por el que fue operada el martes pasado. Además, le realizarán análisis "neuroquirúrgicos y neurológicos" de control.
Los médicos a cargo de su tratamiento fueron terminantes: la jefa del Estado no podrá subirse a un avión hasta tanto no exista una instrucción expresa. "Se indica estricto reposo por 30 días y evitar traslado aéreo hasta próxima decisión médica basada en la evolución", insiste el parte sobre el final.
Acompañada de su hermana , Giselle Fernández, la jefa del Estado pasó la tarde de ayer en la residencia presidencial, alejada de las noticias y de la política. Ésa es la mayor restricción que le indicaron los médicos, según informaron a LA NACION fuentes con acceso a Olivos. En el primer día fuera de la clínica, la Presidenta miró una película con su hermana, que controla que no se tiente con el control remoto.
Además, Cristina Kirchner tiene restringidas por el momento las llamadas de los funcionarios y sólo habla con sus familiares directos. "Lo más importante es que no se involucre en situaciones estresantes", dijo un cercano colaborador presidencial.
No puede viajar en avión y tampoco hacer actividad física para evitar problemas con la presión endocraneana.
Cristina Kirchner dejó la Fundación Favaloro a las 13.38 rodeada de un operativo de seguridad que evitó que se le tomaran fotografías o imágenes para la televisión. Con el acceso al estacionamiento del sanatorio sobre la calle Venezuela vallado, sólo el personal habilitado por Presidencia pudo circular por la zona restringida.
La jefa del Estado se fue desde allí directamente a la residencia de Olivos, donde pasará el próximo mes. Se estima que recién volverá a la actividad de manera oficial el lunes 11 de noviembre. Mientras tanto, el vicepresidente Amado Boudou seguirá a cargo del Poder Ejecutivo hasta que Cristina termine su licencia.
Los médicos presidenciales aclararon en el parte difundido ayer que los puntos de la sutura que le practicaron los sacarán durante la semana, cuando se cumplan los diez días desde la intervención quirúrgica, previa tomografía de control.
La Presidenta fue operada el martes pasado, después de que se le diagnosticó un hematoma subdural crónico, ubicado sobre el lado derecho del cráneo. Había ingresado el sábado anterior a la Fundación Favaloro para un chequeo programado por un cuadro de arritmia. Entonces, ante la aparición de un fuerte dolor de cabeza, le hicieron una tomografía computada, que reveló la existencia del hematoma. Ante la aparición de síntomas como hormigueo en el brazo izquierdo y pérdida parcial de la fuerza muscular al día siguiente, decidieron intervenirla quirúrgicamente el martes.
El vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro, anunció ayer en la puerta del sanatorio el alta médica, mientras del otro lado de la manzana se apostaba la custodia presidencial para el operativo de salida. El secretario de Medios dijo que la "recuperación es constante", que la jefa del Estado estaba de "excelente ánimo" y que agradecía las "muestras de afecto".
Cristina Kirchner dejó el sanatorio en el Audi que usa habitualmente, en el asiento trasero para evitar las fotografías. El corte para la operación es de apenas dos centímetros y sólo le quitaron el pelo en esa pequeña zona.