En 2018 la hermana menor de la cantante, Jamie Lynn, fue nombrada administradora del fideicomiso que se estableció en 2004 para proteger los intereses de Britney.
La batalla legal que la princesa del pop ha iniciado para recuperar parcelas de independencia en el marco de la tutela legal que se le impuso hace una década aún no ha conseguido su objetivo último: arrebatar a su padre, Jamie Spears, el control sobre sus finanzas y las decisiones importantes tanto de su vida personal como profesional.
Sin embargo, una nueva serie de documentos a los que ha tenido acceso el portal The Blast desvelan ahora que en 2018 la hermana menor de la cantante, Jamie Lynn, fue nombrada administradora del fideicomiso que se estableció en 2004 para proteger los intereses de Britney.
En calidad de fideicomisaria, la antigua protagonista de Zoey 101 sería responsable de garantizar que la fortuna de la estrella del pop fuera transferida a los beneficiarios del fideicomiso, sus sobrinos Sean y Jayden Federline, en el hipotético caso de que su famosa madre falleciera.
Por el momento, Jamie Lynn ha solicitado al tribunal que supervisa la tutela de Britney que autorice a la firma Fidelity Financial Management a actuar como su asesor financiero para que le ayude a crear una serie de cuentas bancarias que se dedicarían a proteger los activos de su hermana mayor.
Aunque el nombramiento de Jaime aún no ha sido aprobado formalmente por el juez encargado del caso, en su momento contó con el visto bueno de su padre y de la otra persona que ejercía por aquel entonces como cotutor de Britney.
El padre de la artista renunció en septiembre de 2019 a esa responsabilidad alegando problemas de salud y fue sustituido temporalmente por la mánager de la cantante, Jodi Montgomery, quien Britney desea que se quede en este cargo de forma permanente. Sin embargo, su petición para que así fuera ha sido desestimada recientemente y la tutela legal se ha extendido hasta 2021.