La actriz australiana, que este mes cumple 30 años, alcanzó la popularidad con 'El gran Gatsby', protagonizada por Leonardo DiCaprio.
Poco a poco se van desvelando los nombres de los actores que interpretarán a los miembros de la familia real británica en The Crown, la serie creada por Peter Morgan que revive el reinado de Isabel II. Para las dos últimas temporadas Imelda Staunton encarnará a la soberana, Lesley Manville, a la princesa Margarita y Jonathan Pryce, al duque de Edimburgo. Este fin de semana Netflix ha anunciado que para el papel de Lady Di la elegida ha sido Elizabeth Debicki.
Su rostro no es de los más conocidos del reparto, pero esta actriz australiana, que el próximo lunes cumple 30 años, se está abriendo un hueco en Hollywood. Hace dos años recibió el Trofeo Chopard otorgado a jóvenes talentos en el Festival de Cannes, donde contó con Diane Kruger como madrina.
Entonces Debicki ya había trabajado en películas como El gran Gatsby —protagonizada por Leonardo DiCaprio— y Guardianes de la galaxia. Pero aquel día en el que también fue premiado Joe Alwyn, pareja de Taylor Swift, destacó su altura: un metro noventa. Uno de sus últimos proyectos ha sido bajo las órdenes de Christopher Nolan. El director estuvo a punto de prescindir de la actriz en Tenet, un largometraje sobre espionaje que se estrena este mes, porque había visto su actuación en Viudas y pensó que se trataba de una intérprete estadounidense, por lo que no le interesaba ya que él buscaba un acento británico. Sin embargo, la esposa de Nolan, Emma Thomas, consiguió convencerle para que la joven hiciera una audición para su próxima película. Quedó maravillado y volvió a revisar sus anteriores trabajos. “Elizabeth es una de esas grandes actrices que cuando te llaman la atención te percatas de que los has visto en muchos sitios, pero no te das cuenta de que es la misma persona. Para alguien tan llamativo e interesante de ver como ella, su capacidad camaleónica dice mucho de sus habilidades como actriz”, explicó el mes pasado el cineasta al portal IndieWire, sorprendido por su prueba: “Ella entró y simplemente dejó boquiabiertos a todos”.
También han quedado muy impresionados con su potencial los creadores de The Crown, que han seleccionado a Debicki como la candidata idónea para recordar los últimos años de Diana de Gales, mostrando su divorcio, sus disputas con la corona y su fallecimiento en un accidente de coche en París, del que el próximo 31 de de agosto se cumplen 23 años. “El papel requiere a una actriz intrépida para aportar verdad sobre este icono amado pero complejo. Elizabeth tenía esa combinación perfecta de estrella y vulnerabilidad”, ha comentado un trabajador de la serie al periódico británico The Sun, que ha reconocido que su parecido físico con la que fue esposa de Carlos de Inglaterra ha ayudado a que se decantaran por ella. “Cuando Elizabeth entró en la sala, los productores quedaron inmediatamente impresionados por una fuerza auténtica en su personalidad y su energía”, ha añadido la misma fuente.
Por su parte, la actriz, que se ha manifestado fiel seguidora de la serie, ha considerado “un honor” ser la elegida para ponerse en la piel de Lady Di en sus últimos años de vida. “El espíritu de la princesa Diana, sus palabras y sus acciones viven en los corazones de muchos. Es un verdadero privilegio y un honor entrar a formar parte de esta magistral serie, que me ha tenido enganchada desde el primer episodio”, ha dicho en un comunicado hecho público por la plataforma digital de The Crown. Algo inimaginable si se tiene en cuenta que parecía que su destino iba más encaminado a la danza. Debicki, la mayor de tres hermanos, nació en París y su familia se mudó a Melbourne (Australia) cuando tenía cinco años. Tanto su padre, de origen polaco, como su madre, australiana de ascendencia irlandesa, eran bailarines y deparaban para su hija un futuro similar al suyo. Pero a los 16 años decidió cambiar el rumbo de su vida profesional: “Probablemente pensé que iba a ser bailarina de ballet cuando era más joven, pero llegada a cierta edad estaba más interesada en actuar”, recordó la intérprete en la revista Interview. Aunque reconoce que aquella formación le enseñó “mucha disciplina”. Al año siguiente fue aceptada en la Victorian College of the Arts, la escuela de artes de la Universidad de Melbourne, donde se graduó en 2010.
Desde hace unos años vive en Los Ángeles, centrada en su carrera y muy discreta con su vida privada. La actriz italiana Isabella Rossellini, que la llegó a describir como una persona “misteriosa”, calificativo que le encantó a Debicki, reconoció a su vez que esa personalidad enigmática se pierde a los cuatro segundos de conocerla. La directora Susanne Bier, que ha trabajado con ella en la serie El infiltrado, coincide en la intriga que suscita la actriz y resalta su “gran sentido del humor”, tal como dijo en la revista Variety. Y no debe ir muy desencaminada la cineasta, pues Debicki ha manifestado en alguna ocasión que no le importaría hacer más comedia, especialmente que sea “inteligente y divertida”.
A pesar de su elegante y distante imagen, Debicki protagoniza anécdotas muy divertidas. El pasado mes de septiembre acudió al Festival Internacional de Cine de Venecia con un vestido negro palabra de honor con capa, la cual se movía constantemente por el viento. Finalmente Mick Jagger, vocalista de Rolling Stones con el que compartió pantalla en la película Una obra maestra, le ayudó sujetando la capa y colocándola de tal manera que no molestara en la fotografía del reparto.
Trabajar con el cantante ha sido un sueño cumplido para Debicki. “Fue surrealista. Mick no es solo una leyenda, es un icono. Él es los Rolling Stones”, reveló la actriz a Los Angeles Times, donde añadió: “¿Qué hay más genial que eso? Ni siquiera me di cuenta de lo fan que era hasta que lo conocí”. En la gala del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York del año pasado tampoco pudo ocultar su admiración por otras celebridades: “Fue una locura. Estuve todo el tiempo en el Met acercándome descaradamente a personas con las que estoy obsesionada”. Ahora ella, aunque pausadamente, se está convirtiendo en una celebridad y su papel en The Crown seguro será un gran paso en su carrera. “Soy consciente constantemente de lo agradecida que estoy y afortunada que soy de que lo que hago para ganarme la vida me brinde una auténtica alegría”.