Al igual que su padre, Renan Bolsonaro se está tratando con hidroxicloroquina. Pese a que el país vecino ya acumula 3.317.096 contagios y 107.232 decesos por Covid-19, se inició la reapertura.
Tras cinco meses de cierre por el coronavirus, dos de las atracciones icónicas de Río de Janeiro, el Cristo Redentor y el Pan de Azúcar, reabrieron al público en la ciudad, pese a que la enfermedad continúa con su avance en Brasil, el segundo país con más casos y muertes por el brote en el mundo, que sumó, este sábado, entre los contagiados al hijo menor del presidente Jair Bolsonaro.
El Cristo Redentor comenzó a recibir visitantes a las 13:00 de este sábado, según el sitio web de la gestora Paineiras Corcovado, con limitaciones en el número de visitantes permitidos.
Se están tomando precauciones similares, incluidos controles de temperatura, en otras atracciones turísticas que reabrieron, incluido el Pan de Azúcar, la noria Rio Star y el acuario AquaRio, según el sitio web de la campaña de turismo del Gobierno, Rediscover Rio.
Brasil ya acumula 3.317.096 contagios (41.576 nuevos) y 107.232 decesos por Covid-19, 709 de ellos registrados en las últimas 24 horas, período en el que se conoció además el contagio de Renan, el hijo más pequeño del presidente Jair Bolsonaro.
Renan fue diagnosticado con la misma enfermedad de la que el mandatario se recuperó el mes pasado, según anunció este sábado el propio joven en sus redes sociales.
En un video subido en su cuenta de Instagram, Renan Bolsonaro, de 22 años, afirmó que se está tratando con la hidroxicloroquina, un fármaco fuertemente defendido por el presidente brasileño y al que atribuye su recuperación, pese a que su eficacia todavía no está comprobada científicamente.
"Voy a tomar ahora la hidroxicloroquina para continuar con el tratamiento contra la Covid", dijo el cuarto de los cinco hijos de Bolsonaro, quien aparece además enseñando unas pastillas del medicamento y, enseguida, tragándolas, describió la agencia de noticias EFE.
Hasta el momento, el mandatario, un negacionista de la pandemia y uno de los gobernantes más escépticos sobre la gravedad del coronavirus en el mundo, no se ha manifestado sobre el diagnóstico positivo de su hijo.