Con humildad y orgullo, Roberto Gasparini se muestra agradecido porque tiene el honor de que la tribuna mas grande del estadio Kempes lleve su nombre.
Aquel gran equipo que dirigió Basile contaba con apellidos que hoy son imborrables, Coloccini, Noriega, Del Mul, Vivanco, Oyola, el Negro Ramos, Amuchástegui, López, Ballejo, el propio Gasparini y Aramayo, entre otros. Terminó jugando un fútbol digno de disfrutar. La derrota frente a Central en el Nacional de 1980 pasó a ser un simple número estadístico.
"Fue un equipo del interior que quedó en el recuerdo del fútbol argentino para siempre porque se pudo mantener a lo largo de todo un campeonato y jugaba de memoria, faltó muy poco para la gloria", señaló el Pato sobre el recordado conjunto de Nueva Italia.
En 1984 siguió la historia de la mano del Negro Marchetta y se encontró con ese hecho increíble, digno de película y documental que ya fue producido. El 6 de mayo de 1984 el plantel de Racing acertó los 13 puntos del Prode, la apuesta dependía de los propios jugadores, que eran los que habían llenado la boleta junto a más integrantes del club.
Superaron por 2 a 1 a Ferro por el Metropolitano. El pozo era de 1,7 millones de dólares, un importante acumulado porque en la semana anterior había quedado vacante, sin embargo no les tocó mucho dinero como soñaban porque hubo 94 ganadores.
"Esa historia también es parte de Rácing por lo inédito del hecho. El partido fue contra el Ferro muy difícil de Griguol, en ese momento convertí los dos goles y era alegría pura. Cuando nos enteramos que había 94 ganadores, la mitad de la plata se fue solo con la cena de esa noche", sostiene con alegre ingenuidad Gasparini.
Recuerda la figura de Pedro Marchetta al decir:" Un técnico ganador que siguió la misma apuesta de jugar muy bien al fútbol como lo proponía su amigo Coco Basile".
En 1995, los 37 años, Gasparini volvió a la Argentina tras su paso por México y recaló como refuerzo de Estudiantes de Río Cuarto en el primer Torneo Argentino A.
Al recorrer aquel momento dijo: "Fue un gran equipo a tal punto que clasificó faltando tres fechas, la gente demostró mucho cariño y llenaba la cancha porque jugábamos muy bien , aunque era muy especial porque se iba antes del final de los partidos a pesar de estar ganado, de todas maneras fue una gran alegría mi paso por ese club".
En su relato, dejó en evidencia lo desgastante que fueron los largos viajes por el país cuando Jorge Omar Sturniolo dirigía al equipo Celeste.
En el cierre de la nota lamentó el complicado momento de Rácing de Córdoba y el escaso apoyo que tiene en la categoría donde actualmente se encuentra, Federal Amateur, a tal punto que la situación institucional del club está muy comprometida.
Su magia futbolística fue disfrutada también en Junior de Barranquilla, Rosario Central, Necaxa , Tigres, Monterrey( todos de México) y Talleres de Córdoba.