La primera parte de la competencia consistiría en seis grupos de cuatros equipos, con dos enfrentamientos ante cada rival (uno de local y otro como visitante). El sorteo contaría con cabezas de serie: los cinco grandes (Boca, River, Independiente, Racing y
San Lorenzo) y se sumaría
Vélez.
A las seis jornadas se le sumará la fecha de clásicos. Los primeros dos clubes de cada zona se clasificarán a una segunda instancia que luchará por el título y la clasificación a la Copa Libertadores, mientras que los dos restantes se reubicarán para buscar el pase a la
Copa Sudamericana.
Los equipos se volverán a dividir en dos grupos de seis en cada una de las competencias y solo se enfrentarán una vez contra cada rival. La localía se definirá según los resultados de la primera etapa: aquellos con mejor ubicación jugarán tres encuentros en su estadio y dos como visitante.
Los ganadores de las zonas que pelean por el título chocarán en una final que además otorgará el pasaje a la Copa Libertadores. Los otros dos líderes también se medirán entre sí, pero para luego definir la clasificación a la Copa Sudamericana con un encuentro ante el perdedor del partido antes mencionado.