Un informe del Ministerio de Trabajo de La Nación indicó que en el último año la cantidad de empleados en blanco disminuyó 3,4% y los salarios perdieron un 4% de poder adquisitivo.
Por el impacto de la pandemia sobre la actividad económica, 740 mil trabajadores privados, el 12% del total, fueron suspendidos durante mayo.
De acuerdo con el relevamiento del Ministerio de Trabajo de la Nación, en un año la cantidad de empleados en blanco disminuyó 3,4% y los salarios perdieron un 4% de poder adquisitivo, entre mayo e igual mes del 2019.
Según datos oficiales, alrededor de 740 mil empleados del sector privado sufrieron suspensiones, que generalmente son acordadas entre los gremios y las cámaras empresarias, como una manera de evitar despidos.
Los rubros más afectados por las suspensiones fueron los trabajadores de comercio, los de la construcción y el personal de casas de familia. Entre mayo e igual período de 2019 perdieron su trabajo alrededor de 409.000 personas, de los cuales 294.600 corresponden a asalariados privados.
En menor medida, también quedaron desafectados unos 88.800 monotributistas y 24.100 autónomos, cifras que muestran la crítica situación que atraviesa el mercado laboral.
Para determinar el impacto real de la pandemia, al realizar la comparación entre mayo y marzo anterior se observa que la pérdida de empleos formales fue de 302.200, de los cuales 187.000 son puestos asalariados registrados privados.
En cuanto al poder adquisitivo de los salarios, el estudio oficial indica que hasta mayo perdieron un 4% en la comparación interanual, pero la caída se eleva a 12% si se lo analiza con relación a 2018.
Para paliar los efectos de la pandemia y la cuarentena, el Gobierno impulsó el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y a las empresas otorgó los denominados ATP, por el cual abonó la mitad de los salarios.
A su vez, para dinamizar la actividad económica y alentar el empleo, el Ejecutivo anunció la implementación de un plan de obras públicas y del programa Procrear.