Li-Meng Yan huyó hace más de tres meses de China por miedo a que la sucediera algo después de denunciar que China y la OMS conocían la letalidad y peligrosidad del coronavirus y lo ocultaron.
Hasta hace unas horas el nombre de Li-Meng Yan era un nombre desconocido para la mayoría del mundo, excepto para el FBI, la OMS y el Gobierno chino. Li-Meng Yan se ha convertido en la viróloga que ha destapado en una entrevista concedida a la Fox News las mentiras y secretos de China sobre el coronavirus.
En dicha entrevista, la epidemióloga de la Universidad de Salud Pública de Hong Kong no sólo asegura que China mintió sino que las autoridades del país, e incluso la OMS, conocían la peligrosidad y letalidad del coronavirus y ni la escucharon ni informaron de sus descubrimientos hasta muchos meses después. Ella fue una de las primeras epidemiólogas en investigar el nuevo coronavirus, fue de las primeras en alertar la transmisión del virus persona a persona y fue de las primeras en advertir lo letal que podía llegar a ser. La escucharon, pero lo ocultaron, según relata.
Tras intentar en varias ocasiones que el Gobierno chino tuviera en cuenta sus descubrimientos y recibir únicamente amenazas por sus hallazgos, Li-Meng Yan decidió huir de su país por miedo. "Si me hubiera quedado ahora estaría desaparecida o asesinada", asegura. Fue a finales de 2019 cuando recibió el mandato de un supervisor y consultor de la OMS, el doctor Leo Poon, que le ordenó llevar a cabo una investigación secreta cobre un nuevo coronavirus parecido al SARS, que había surgido en China a finales de ese año.
Los problemas de Yan comenzaron cuando advirtió al Gobierno de la letalidad y peligrosidad del coronavirus, mucho antes de que China reconociera el problema. "Sé cómo lo ocultaron", asegura a la Fox. A partir de ese momento afirma que intentaron silenciarla por todos los medios. Su huida se produjo el pasado 28 de abril, un periplo más propio de una novela negra que de una historia de científicos.
Yan decidió no ocultar más lo que estaba sucediendo y comenzó a destapar lo que China estaba haciendo. Fue entonces cuando se dio cuenta de que su vida corría un serio peligro, así como la de las personas de su entorno. Después de compartir con un famoso bloguero chino, Lu Deh, todas sus teorías e investigaciones, fue él quien le dijo que tenía que huir a EEUU, donde estaría a salvo. Sólo huyendo de China podría revelar la verdad y no correr peligro.
La viróloga tomó la decisión de marcharse, pero lo que parecía sencillo se complicó cuando su marido, un científico muy reputado en China, que hasta este momento había apoyado todas las investigaciones e hipótesis de su mujer, descubrió en el móvil de Yan la llamada entre su mujer y el famoso bloguero. Yan le rogó a su marido que escapara con ella, pero su marido la culpó de todo y le aseguró que de continuar "nos matarían a todos".
El miedo de Yan pudo más que las advertencias de su marido y, finalmente, decidió huir sin él. El 28 de abril cogió un vuelo a Los Ángeles. Pero en EEUU su pesadilla no iba a terminar. Cuando aterrizó en el aeropuerto los funcionarios de aduanas la detuvieron. Yan no sabía si terminaría en la cárcel o sería deportada de nuevo a China.
"Tenía que decirles la verdad", explica a la Fox News. "Les dije que no me devolvieran a China, que yo había venido a contarles la verdad sobre la Covid-19. Y que, por favor, me protegieran Si no lo hacían el Gobierno chino me mataría", relata.
Las autoridades aduaneras decidieron entonces llamar al FBI. Aunque el FBI, con quien la Fox se ha puesto en contacto, no confirman ni desmiente, Yan asegura que la interrogaron durante horas, le requisaron su teléfono móvil como prueba y finalmente la dejaron continuar su viaje. Un lugar que sólo ella conoce y que por precaución mantiene oculto.
Cuando parecía que todo se iba calmando, las cosas en China se empezaban a complicar. Yan afirma que el Gobierno chino acudió a su ciudad natal, Quingdao, y varios agentes registraron y destrozaron su apartamento. Además, interrogaron a sus padres, los cuales le han pedido que regrese a China y deje todo esto.
Por si fuera poco, la Universidad de Hong Kong ha querido borrar todo rastro de Li-Meng Yan. Ha retirada su página web adscrita a la universidad, le ha revocado el acceso a las webs de la universidad y ha prohibido que tenga acceso a sus correos, pese a que ella asegura que tenía aprobada una licencia anual.
"La doctora Li-Meng Yan ya no es miembro del personal de la Universidad. Por respeto a nuestros empleados actuales y anteriores, no divulgamos información personal sobre ella. Apreciamos su comprensión", reza el comunicado publicado por la Universidad de Hong Kong.
Por su parte, la embajada china en los Estados Unidos le ha asegurado a Fox News que no saben quién es Yan y sostienen que China ha manejado la pandemia heroicamente. "Nunca hemos oído hablar de esta persona", afirma la declaración enviada por correo electrónico. "El Gobierno chino ha respondido rápida y efectivamente a la Covid-19 desde su inicio. Todos sus esfuerzos han sido claramente documentados en el libro blanco Fighting Covid-19: China in Actio con total transparencia. Los hechos lo dicen todo".
La OMS también ha negado cualquier irregularidad durante los primeros días del virus. El brazo médico de las Naciones Unidas ha sido puesto a prueba recientemente por científicos que cuestionan su visión oficial de cómo se propaga el virus. La OMS también ha alterado la línea de tiempo del coronavirus en su web, y ahora dice que recibió información sobre el virus de científicos de la OMS y no de las autoridades de Pekín, desdiciéndose de lo afirmado durante más de seis meses.