“Aquella televisión en la que empezamos, la que ofrecía 350 horas de aire por año, la que nos posicionó como una empresa líder en contenidos nacionales e internacionales, la que nos ubicó como una de las compañías de ficción nacional más importante y una de las productoras con el mayor staff fijo de la región, esa televisión: no existe más”.
La fuerte afirmación no es la de ningún periodista en busca de impacto. Es la descripción que el productor y programador Adrián Suar escribió en una carta que fue distribuida a todos los empleados de Polka, la productora que atraviesa una grave crisis económica y productiva. En ella, el director artístico y accionista minoritario de la empresa de ficción (el 55% es del Grupo Clarín), da cuenta del futuro incierto de Polka. La productora, de la que Suar posee un 27% del paquete accionario, “va camino al cierre o a una reestructuración”, según señalaron allegados a la empresa más prolífica y longeva de ficciones televisivas del país.
La carta firmada por Adrián Suar, que se filtró a los medios, está fechada el 16 de junio pasado. Se envió ese día a los 200 empleados de planta de Polka, a través de un correo electrónico que salió de la casilla de la gerencia de Recursos Humanos de la empresa. En el texto, el actor y productor detalla la compleja situación que vive la empresa, en función de una pandemia que profundizó los serios problemas que vive la televisión desde hace años. “En medio de esta gran incertidumbre, más allá del esfuerzo que pongamos desde nuestra productora y el canal, desconozco hacia qué Polka estamos yendo”, reconoce Suar en la carta, dando a entender que la salida no solo no es clara sino que también incierta para los 200 trabajadores de planta y otros 100 contratados.
“Llevamos -detalla el productor- más de 26 años produciendo de manera ininterrumpida. Es la primera vez que Polka atraviesa una situación tan límite como esta. Sabemos que no somos los únicos. Está a la vista que muchas empresas -como la nuestra- se enfrentan a un cuadro inevitable y, en algunos casos, sin salida. Pero lo que quizás algunos no sepan es que la problemática económica de nuestra productora viene de años atrás”.
Desde que se desató la pandemia, el 16 de marzo pasado, Polka dejó de producir ficción y tuvo que suspender las grabaciones y luego levantar definitivamente Separadas, el único ciclo del género que se emitía en la TV argentina. Desde marzo, la empresa está completamente paralizada, lo que derivó en retrasos en los pagos de sueldos de sus trabajadores y audiencias en el Ministerio de Trabajo. Sin ningún tipo de actividad, los trabajadores de la empresa acordaron cobrar mayo y junio el 75% de sus sueldos, ATP estatales incluidos. Todavía no hay certezas sobre cómo cobrarán el medio aguinaldo. Mucho menos respecto de qué pasará con los sueldos de julio. La empresa habla de una “reestructuración”, que no sería otra cosa que despidos masivos, los cuales más allá de respetar lo que marca la ley, sería un gran golpe para la “industria” televisiva nacional.
En el caso del elenco de Separadas, cuyas actrices y actores tenían contratos hasta el 31 de julio, Polka acordó el pago del 70 por ciento del vinculo. Trascendió, sin embargo, que la actriz Mónica Antonópulos no habría aceptado esa reducción y hasta el momento no llegó a un acuerdo con la productora.
En la carta, el productor realiza un recorrido a lo largo de los 26 años de la productora y de los cambios que fue sufriendo la pantalla chica local, cada vez menos propensa a la producción de ficciones para la TV abierta. “Desde hace algunos años -detalla- esas horas se han ido reduciendo. Juntos fuimos testigos de ese cambio paulatino. Hubo años gloriosos en que hacíamos dos tiras y un unitario. De un tiempo a esta parte, con mucho esfuerzo llegábamos a hacer una tira y, solo a veces, un unitario”. Sumar cuenta que hicieron esfuerzos para seguir produciendo pese al incremento de costos, buscando alternativas, como “conseguir producciones externas para encontrar un respiro y mantener la estructura de la empresa”, pero que no les garantizaba una continuidad.
“Producir en estas circunstancias se ha vuelto muy difícil pero hemos hecho el mayor de los esfuerzos para apostar a la ficción. A pesar de tener la posibilidad de poner al aire otros formatos más económicos, el canal, ha decidido sostener nuestros productos a un costo mucho mayor”, justifica Suar, dando a entender que esa decisión de apostar a la ficción de parte del Grupo Clarín ya no está mas. Al menos no en las condiciones que se realizaban hasta este año, con una estructura de empleados fijas tan vasta como la que tiene Polka.
“Ese era el panorama para nuestra productora hasta marzo de este año cuando ocurrió algo que nadie pudo prever. La pandemia, que paralizó al mundo entero, nos paralizó a nosotros también. Nos detuvo por completo y nos inhabilitó a seguir trabajando. Precipitó nuestra realidad. Como empresa, ahora ya no alcanza con las ganas o con la voluntad. Hace falta mucho más que eso para poder seguir. Es una situación que nos obliga a ser conscientes de una realidad innegable: la Polka que conocimos hasta antes de la pandemia es insostenible no sabemos con qué industria nos vamos a encontrar cuando se reactive nuestra actividad”, explica Suar. En este nuevo escenario, la única salida posible de Polka es reducir su estructura, a un modelo que contrate personal en función del volumen de su producción.
Por último, el productor señala que “entiende perfectamente” la situación personal de los trabajadores, que “está haciendo el mayor esfuerzo para cumplir con sus compromisos”, como lo hizo “a lo largo de estos años”.
“Soy -se despide Suar- un hacedor, un generador que no se va a quedar quieto. Mucho menos rendirse. Producir es mi vocación, es algo que amo, es más fuerte que yo. Los que me conocen saben bien que es así. Por eso,hoy más que nunca, es mi deber enfrentar esta situación tan difícil y honrar la productora que supimos construir entre todos. Ustedes y yo. Como familia”.
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