Cuarto intermedio. Eso es lo que decidió el delantero Carlos Tevez respecto del último ofrecimiento de renovación por parte de Boca, por lo que ahora se tomará unos días para analizarlo y brindar una respuesta final.
Luego de las nuevas diferencias que surgieron anoche en cuanto a la renovación -cuando todo parecía indicar que finalmente se había llegado a un acuerdo-, Carlitos decidió tomarse la situación con calma y, ya como jugador libre a partir del día de hoy, no se pone plazos para responderle al club. Al mismo tiempo, si bien mantuvo un diálogo con el presidente, Jorge Amor Ameal, para que interceda, éste le avisó que todo diálogo que esté referido a la situación contractual será manejada por el Consejo de Fútbol.
El camino hacia el nuevo contrato -o no- del Apache hasta ahora estuvo plagado de idas y vueltas. Es que, cuando Carlitos públicamente en una entrevista radial confirmó que aceptaba la oferta, enseguida salió Jorge Bermúdez, integrante del Consejo de Fútbol, a acusarlo de usar la situación como plataforma para una supuesta candidatura futura a presidente del club.
A pesar de ésto, ayer por la noche parecía que, finalmente, la negociación iba a llegar a un final feliz, sobre todo después de un intercambio de locutores y con Adrián Ruocco -representante de Tevez-, Marcelo Delgado -el integrante del Consejo menos combativo hasta el momento- y el presidente Ameal involucrados directamente. Sin embargo, otro capítulo se sumó a la novela y, lo que era una oferta aceptada por el jugador se transformó nuevamente en un foco de conflicto.
Según trascendió, la oferta en cuestión era la de un contrato privado con Boca por 12 meses con opción a rescindirlo en diciembre, que se registraría en AFA por 18 meses, con otra opción para rescindirlo en junio 2021. Todo esto, porque el máximo ente del fútbol argentino no permite que se registren contratos por un año.
Esa oferta fue aceptada por Tevez y todo parecía tener un final feliz. Pero la noche no terminó ahí porque desde su círculo íntuimo contaron que aparecieron nuevas diferencias después de que el club envíe una propuesta que no era la que Carlitos había aceptado.
Así, la cosa parece que va para largo y Tevez ahora no tiene ningún apuro por responderle a Boca. Ya oficialmente como jugador libre, será cuestión de tiempo hasta que algún club aparezca e intente seducir al Apache con un cambio de destino para el cierre de su carrera. Mientras tanto, la cuerda de la relación entre el jugador y el club se sigue tensando y la pregunta que ronda la mente de todos los hinchas Xeneizes es... ¿cuánto aguantará?