"Siento un gran amor por la provincia de Córdoba, hay mucha gente que admiro. Hoy estoy en mi casa haciendo la cuarentena. El sistema operativo de Tigre está activo, nos sentimientos realmente protegidos" expresó Jorge Rodrigo Barrios en diálogo con Acción Deportiva. Y agregó: "Queremos que el virus se retire y que no nos extermine. Estuve 8 años y medio censurado sin poder subirme al ring, así que un tiempo más no es nada hay que tener paciencia y priorizar la salud".

'La hiena' se mantiene en forma ejercitando desde su domicilio: "Tengo en mi casa un gimnasio donde entreno para poder mantenerme y volver de la mejor manera cuando esto termine. Trato que la ansiedad no me afecte, hay que saberla manejar para tener un equilibrio".

"Hace 100 días que no corro pero salto la soga, va llevarme un tiempo volver al ritmo. Nunca estuve tanto parado ya que durante mi privación de la libertad corría. Las ganas y la fuerza que traigo por dentro no me permiten caer, creo que  todo esto no me afecta en nada" aseguró el ex campeón del mundo superpluma de la OMB.

Además, se refirió a la deuda que tiene en su carrera y la búsqueda de llegar nuevamente a lo más alto: "Me quedó pendiente una nueva chance mundialista, eso voy a buscar en los años que me quedan en el deporte. Los sueños deben persistir".

Sobre la actualidad de la disciplina, dijo que: "Hay pibes que no pueden vivir con lo que ganan boxeando, que pueden pensar que el sueño se termina rápido. Se necesita más trabajo en el boxeo amateur, hace falta un semillero grande. Si no trabajamos desde la base va a estar un poco complicado que perdure este deporte en el tiempo".

Mauro Barrios, hijo de Jorge, busca despegar con su carrera profesional en la cual lleva 5 victorias y 4 derrotas: "El boxeo es un deporte genial, soy fanático. A mí me encanta ver a mi hijo en el ring, no lo sufro ni lo padezco. Las ganas y el sacrificio se demuestran en el gimnasio".

Por último, habló de las dificultades que tiene para vivir con normalidad tras cumplir con su condena en prisión: "Sé que cometí un error, peleo por la reinserción social, es muy dolorosa la discriminación que hay por una persona que pasó por la cárcel. Tengo nueve puñaladas en el cuerpo, para mí este virus es un juego".