A falta de la validación final, Verkhoyansk registró el sábado 38ºC, 18ºC más de lo habitual en esta época. Las temperaturas medias en en marzo, abril y mayo en el Ártico han sido 10ºC más altas que la media.
El Artico ha registrado una temperatura récord de 38 grados en la localidad de Verkhoyansk, en plena Siberia, donde los termómetros suben como máximo hasta los 20 grados en el mes de junio. El nuevo registro -a falta de una verificación final- se produjo el pasado sábado en pleno solsticio de verano y en una prolongada ola de calor en el este de Rusia.
Según las mediciones del programa de satélites europeo Copérnico, las temperaturas medias en en marzo, abril y mayo en el Artico han sido de 10 grados por encima de la media. A primeros de junio, partes de la Siberia registraron ya los 30 grados, y en mayo se alcanzó ya un récord para esa época del año con 25 grados en la localidad de Khatanga.
"El Ártico se está calentando más rápido que cualquier otra parte del planeta", declaró a la BBC Dann Mitchell, profesor de Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Bristol. "No es sorprendente que se estén rompiendo lo récords en esta región: veremos más situaciones similares en el futuro".
UNA REGIÓN MUY VULNERABLE
El registro de Verkhoyansk, con una temperatura de 18 grados por encima de lo habitual por estas fechas, ha disparado sin embargo todas las alarmas. Se estima que el Artico se ha calentado el doble que el resto del planeta en los últimos treinta años, aunque el 2019 había supuesto un relativo alivio, con 0,9 grados por encima de lo habitual.
Las altas temperaturas registradas en tierra están afectando en menor medida a la capa de hielo del Artico. La extensión registrada en mayo era de 12,36 millones de kilómetros cuadrados, el cuarto registro más bajo en lo que va de siglo, bastante por encima sin embargo de los mínimos registrados en el 2012 y más recientemente en 2016, que sigue figurando como el año más caluroso en la reciente historia.
La Met Office británica estima que existen un 50% de posibilidades de que el 2020 marque de nuevo el récord del año más cálido. Gran parte del norte de Europa y de Asia han registrado temperaturas de 10 grados por encima de lo habitual en primavera. El Reino Unido, donde los termómetros superarán esta semana los 30 grados, experimentó ya dos inusuales olas de calor antes de la llegada del verano.
"Año tras año estamos experimentado temperaturas récord", advierte el profesor Chris Rapley, del University College de Londres. "Estamos alterando el equilibrio del planeta. La Tierra nos está mandando mensajes de alerta: los estamos ignorando como si no nos importaran los riesgos".
En el 2020 se han registrado también ya los récords de temperatura en la Antártida en pleno verano austral. El 6 de febrero se llegaron a los 18,3 grados en la base argentina Esperanza, en suelo continental. Tres días después se llegaron a los 20,75 grados en la isla de Seymour. En contraste con el Artico, la superficie helada en la Artártida se había mantenido hasta mediados de la pasada década. El desprendimiento del iceberg gigante A68, en el 2017, se interpretó sin embargo como el posible punto de inflexión y la señal inequívoca de que el calentamiento se está acelerando también en el polo sur.