Si bien los organizadores pedían que los hinchas recorrieran las calles de la capital tucumana y se concentraran en el estadio de La Ciudadela en auto, con no más de dos ocupantes por rodado, usando barbijos y respetando el distanciamiento para cumplir con el aislamiento obligatorio, la situación se desbordó por la presencia de personas que llegaron caminando o en motos.
El club no adhirió oficialmente a la manifestación y por ese motivo el estadio permaneció cerrado mientras se realizaba la movilización.
"No pedimos que nos regalen el ascenso; sólo queremos que respeten nuestros derechos", expresó uno de los manifestantes, en tanto que la mayoría coincidió en señalar que "se trata de un apoyo hacia la gestión de los dirigentes que decidieron enfrentar a los poderosos de la AFA y los políticos que interfieren en las decisiones deportivas", rezaba el comunicado de los simpatizantes.
Banderas y afiches con mensajes en contra del presidente de la AFA, Claudio Tapia, y el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa, relacionado con Tigre, fueron exhibidos por los manifestantes.