Es debido a la crisis inflacionaria y la pérdida de valor del peso. Aseguran que la decisión está tomada aunque no saldrá en el corto plazo.
El titular de la Casa de la Moneda, el ex gobernador de Mendoza Rodolfo Gabrielli, junto al titular del Banco Central, Miguel Pesce, trabajan en un plan para lanzar en el mediano plazo un billete de cinco mil pesos.
Según lo resalta el diario Clarín, dos fuentes oficiales confirmaron que la decisión es inminente aunque el nuevo papel moneda no estaría disponible en el corto plazo.
Además, el diario destaca que entre las variables que conducen a dicha determinación se encuentra la erosión inflacionaria, que genera menor poder adquisitivo del billete con el que antes se podía comprar más.
Según lo indicó Juan Paolicchi, analista de Eco Go, "con la inflación del Indec hasta marzo y suponiendo que la de abril da 1,1% un billete de $ 1.000 hoy te permite comprar bienes por $ 400 o sea, perdió un 60 % de su valor. Esto es consistente con una inflación acumulada del 150 % o sea que el índice de precios se multiplicó 2,5 veces".
Comparado con el dólar, el billete argentino de $ 1.000 el 1 de diciembre de 2017 valía US$ 56. Si se toman en consideración las cotizaciones del dólar ‘solidario’ ($ 90) y el ‘blue’ ($ 120), hoy vale US$ 11 y US$ 8,3, respectivamente. Si tomáramos el dólar mayorista ($ 67), US$ 15.
"La dinámica inflacionaria lleva a que en tiempos de pandemia la gente demande mucho más efectivo por una cuestión precautoria", explica Paolicchi. "No sabe cuándo va a poder ir al banco, si va a poder salir. La gente prefiere quedarse con el efectivo en el bolsillo para compras futuras, entonces tiende a sacar cada vez más y más billetes y los bancos tienen que reponer cada vez más seguido y eso genera un costo no sólo para las entidades sino para la Casa de la Moneda que tiene que imprimir esa plata", resume Clarín.
Otro de los factores que impulsan a la impresión de un billete de mayor denominación es la falta de papel moneda y la dificultad para conseguirlo, debido a la alta demanda internacional y a las complicaciones para su importación.
El tercer elemento que favorece su emisión es el costo del transporte de caudales y en la reposición de cajeros automáticos. Desde el sector bancario afirman que un billete de $ 5.000 ayudaría a reducir costos operativos además de garantizar la provisión de la divisa en los aparatos dispensadores, sobre todo cuando hay fines de semana largos.