La Organización Mundial de la Salud (OMS) utiliza el término «infodemia» para referirse a la sobreabundancia informativa falsa y a su rápida difusión entre las personas y medios. Al momento de recibir y compartir información es fundamental tener en cuenta algunas recomendaciones.
Los medios de comunicación tradicionales ya no son los únicos que brindan información. Con el protagonismo de las redes sociales, los ciudadanos y ciudadanas son también generadores y propagadores de contenido.
En el marco de la contingencia sanitaria mundial por el nuevo coronavirus, es mucha la información -diversa, confusa y contradictoria- que circula por los distintos medios y redes sociales, lo que puede generar confusión y angustia en la población.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) utiliza el término «infodemia» para referirse a la sobreabundancia informativa falsa y a su rápida propagación entre las personas y medios. En este sentido, semanas atrás, el organismo publicó una serie de aclaraciones para desmentir muchos de los consejos que circulan por las redes sociales y medios del mundo, que no solo no colaboran con la prevención del contagio, sino que generan pánico o promueven conductas incorrectas.
La doble epidemia
Estas dos epidemias simultáneas -viral e informativa- se potencian mutuamente: la desinformación virtual hace que las enfermedades se dispersen aún más. Esto podría ocurrir por distintas razones: la información incorrecta hace que disminuya la confianza en los organismos de salud y en las personas expertas, que se dediquen recursos a desmentir mitos, e incluso que se promuevan comportamientos que no solo no son efectivos sino que ponen en riesgo a las personas. Esto podría estar sucediendo con Covid-19.
Al respecto, Victoria Mendizábal, bióloga, comunicadora y profesora del trayecto de posgrado: Prácticas de Comunicación y Salud de la UNC, explica que la información errónea que circula sobre Covid-19, es particularmente problemática, en primer lugar, porque se trata de una enfermedad nueva y para la cual no existen soluciones científicas aún, o están en fase experimental.
“A esto, se suma que el aislamiento social como medida de prevención de la propagación del virus y en particular, la medida de cuarentena obligatoria, potencia y favorece el contacto con información proveniente de todo tipo de fuentes -especialmente, redes sociales- aumentando la posibilidad de propagación de información falsa”, agrega la especialista.
Finalmente, señala que la incertidumbre científica dificulta una percepción adecuada del riesgo en la población, que no se ve favorecida por los discursos de quienes deben llevar tranquilidad en el manejo del riesgo. En este sentido, destaca la necesidad de una formación específica en comunicación de riesgos para la salud, especialmente entre los principales actores.
Recomendaciones para evitar la infodemia
El comportamiento que se asume al momento de recibir y compartir información es fundamental para la prevención de Covid-19 y otras enfermedades. Algunas recomendaciones son:
Generar hábitos de consumo de información responsables.
Elegir pocas fuentes y mantenerse actualizado.
Chequear las fuentes de la información.
No creer todo lo que circula en las redes o llegue por whatsapp.
No compartir cadenas de texto o audios generados por personas, organismos o instituciones que no conozca.
Desconfiar de los contenidos que apelen a la emoción para generar impacto.
Fuentes de información confiables
Organización Mundial de la Salud (OMS)
Ministerios de Salud
Universidades nacionales
Centros públicos de investigación y medicina
Este domingo, la Secretaría de Medios y Comunicación Pública anunció el lanzamiento de la plataforma CONFIAR, que tendrá como como objetivo controlar la «epidemia informativa» que difunde noticias poco confiables, maliciosas o falsas que aumentan el pánico, la angustia o promueven conductas incorrectas.