"Vivimos unos días de mucha preocupación e incertidumbre. Por suerte nuestro viaje de regreso se realizó con normalidad, teníamos miedo de llegar al aeropuerto y que nos digan que no podías volver como le ha pasado a la mayoría de los argentinos", comentó Garello.
"Empezamos el viaje el 2 de marzo con algo de información que había acá en Argentina de lo que pasaba en China, de que había algunos casos en Europa. Nuestro primer destino fue Miami donde no sabían prácticamente nada, se vivía en Estados Unidos con una tranquilidad absoluta y los noticieros ni hablaban del tema", agregó.
"Después nos fuimos a un crucero por el Caribe donde no teníamos suficientes datos ya que no había internet ni constante comunicación pero cuando volvimos a EEUU nos encontramos con un panorama totalmente diferente donde el coronavirus ya afectaba al país de manera importante con bastantes casos, y empezó a cambiar nuestra vida allá porque los lugares empezaron a cerrar y no se hablaba de otra cosa", explicó el entrenador.
Con respecto a los controles que les realizaron, Garello expresó: "En el crucero cada vez que subíamos al barco nos controlaban la temperatura. Lamentablemente cuando volvimos nos encontramos con una situación sorpresiva porque llegamos al aeropuerto de Córdoba y no nos realizaron ningún control".