Los tratamientos de fertilidad, en pausa por el coronavirus en Argentina: no se hacen inseminaciones ni transferencias de embriones
- 19/03/2020 13:37 hs
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Es el resultado de un consenso internacional. La razón principal es que aún no hay evidencia científica sólida de que no haya efectos negativos de la infección por Covid-19 en los embarazos, especialmente aquellos en etapas temprana.
El consenso es internacional y ya se puso en marcha en Argentina. Como no hay evidencia cierta de cómo puede afectar el coronavirus en el embarazo, todas las personas que estaban por comenzar tratamientos de reproducción asistida tendrán que poner sus deseos en pausa.
En la recomendación coinciden la American Society for Reproductive Medicine (ASRM) y la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE) que están, en este último caso, en la zona más afectada por la pandemia. Todas las recomendaciones van cambiando minuto a minuto pero se espera que hoy mismo la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMER) emita un comunicado en el mismo sentido.
“El consenso general es, en la medida que se pueda, no comenzar nuevos tratamientos, ni de baja complejidad ni de alta”, explica a Infobae Gustavo Martínez, director del laboratorio del centro de medicina reproductiva Fertilis y vicepresidente de la Red latinoamericana de reproducción asistida.
Marcos Horton, ex presidente de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva y director de laboratorio del centro de fertilidad Pregna, explica por qué: “El freno se debe a lo que en medicina llamamos ‘principio precautorio’. No hay una razón basada en evidencias pero, ante la posibilidad de que hubiera algún problema relacionado con este virus y el embarazo, la recomendación es cancelar las transferencias de embriones y congelarlos”.
Esto es: si la mujer o varón trans estaba por hacerse una inseminación asistida (baja complejidad), suspenderla y esperar a que haya más claridad sobre el tema, porque hoy no se sabe si existe transmisión vertical (transmisión de una infección de la persona gestante al hijo o hija).
Si estaba por comenzar un tratamiento de alta complejidad (in vitro, ICSI), por ahora se puede avanzar pero no hacer la transferencia de embriones sino congelarlos, y esperar. Si la persona ya tiene embriones congelados y había programando hacerse la transferencia ahora, la recomendación también es postergarlas.
Martínez reitera “en la medida que se pueda” porque la sugerencia también es evaluar caso a caso: “Esto puede cambiar día a día, pero hoy estamos revisando casos particulares. Tengo, por ejemplo, una paciente de más de 40 años que está buscando un embarazo hace cinco y se comprometió a hacérsela y cumplir con el aislamiento total después”, detalla.
“Tampoco puede esperar alguien con sus últimos óvulos o cuya estimulación esté avanzada (a punto de hacer la extracción de óvulos para la producción de embriones). En estos casos específicos estamos evaluando hacerles un certificado médico para que quede constancia de que no se puede cortar el tratamiento y necesitan, ese día, libre circulación”, sigue.
Por ahora, el panorama es alentador. “No es una medida para intranquilizar sino de precaución. Hasta el momento no hay ninguna evidencia que muestre efectos, por ejemplo, de malformaciones”, sigue Horton.
Lo que dice el comunicado de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología es, precisamente, que por ahora “solo hay algunos casos reportados de mujeres positivas para Covid-19 que dieron a luz a bebés sanos libres de la enfermedad. Se han reportado resultados neonatales adversos (ruptura prematura de membranas, parto prematuro) en bebés nacidos de madres positivas para Covid -19 durante su embarazo, pero los informes se basaron en datos limitados. Del mismo modo, se ha publicado un informe del caso de un bebé infectado, pero nuevamente no hubo pruebas sólidas de que esto fuera el resultado de la transmisión vertical”.
Es decir, no sólo tienen muy pocos casos para establecer una casuística sino que, lo que hay, refiere a embarazos en sus etapas finales, pero no hay información sobre el posible efecto de la infección por Covid-19 en los embarazos en sus etapas iniciales.
“También es importante tener en cuenta que algunos de los tratamientos médicos administrados a pacientes gravemente infectados puede indicar el uso de medicamentos que están contraindicados en mujeres embarazadas”, sigue el comunicado (...) Aconsejamos que todas las pacientes de fertilidad que consideren o planeen un tratamiento, incluso si no cumplen con los criterios de diagnóstico para la infección por Covid-19, deben evitar quedar embarazadas. Para aquellos pacientes que ya están en tratamiento, sugerimos considerar un embarazo diferido con congelación de ovocitos o embriones para su posterior transferencia de embriones”.
“Lo fundamental es que todos lo centros de fertilidad van a atenerse lo que diga la autoridad sanitaria día a día. Si la indicación es aislamiento total para cortar todas las vías de contagio no vamos a tener pacientes deambulando en salas de espera llenas de gente con tratamientos que no son urgentes”, explica Martínez.
La otra razón del freno tiene que ver con las reglas del aislamiento. También los centros de fertilidad están con personal reducido (en muchos casos, profesionales que tienen que quedarse en casa con hijos en edad escolar). Por lo cual es difícil coordinar tratamientos, por ejemplo, unir a una donante de óvulos con una receptora, o coordinar un tratamiento con una paciente del interior que tiene restricciones para viajar.
Un signo de pregunta enorme encima del meme que decía: “¿Cómo creés que acabarás la cuarentena? a) Con 10 kilos de más. b) Con el bombo c) Alcohólica d) divorciada e) todas son correctas". La pregunta, entonces, es si es recomendable aprovechar la cuarentena para buscar un embarazo natural.
La respuesta es que no hay ninguna recomendación específica que diga que no hay que hacerlo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no sabemos cuánto durará la cuarentena y que, de lograr el embarazo, esa persona tendrá que salir a hacerse análisis, donde sí se puede infectar. Y ahí se vuelve al punto de inicio: nadie puede decir hoy cómo puede afectar el coronavirus al embarazo, aunque las embarazadas estuvieron primeras en la lista de licencias para no ir a trabajar que el martes implementó el gobierno.