La etapa reproductiva de algunas mujeres puede verse afectada por una enfermedad ginecológica benigna, inflamatoria y crónica, llamada endometriosis. La misma ocurre cuando el tejido que recubre el interior del útero (endometrio) se desprende y localiza en otros órganos y zonas del cuerpo, por fuera de la cavidad uterina. Esta situación está asociada a diferentes síntomas, tales como menstruaciones invalidantes, dolor durante las relaciones sexuales, dolor en la pelvis y problemas de fertilidad.

La manifestación de esta enfermedad repercute en la calidad de vida de quien la padece, afectando su rendimiento personal y las relaciones de pareja, sociales y laborales. Asimismo, la  personalidad y estado emocional de la paciente puede llegar a tener un impacto positivo o negativo en los síntomas relacionados al dolor. Por esta razón, realizar una evaluación que contemple diferentes aspectos permite brindar alternativas terapéuticas adaptadas a las necesidades de cada mujer.

Existen diversos métodos para diagnosticar esta patología. Todo comienza con la consulta médica con un especialista, un examen físico y estudios complementarios (ecografía y/o resonancia magnética pélvica con indicación específica para cada caso). El diagnóstico preciso se logra a través de una videolaparoscopia (cirugía mínimamente invasiva) que tiene como objetivo principal eliminar todo foco endometriósico posible. Cuantificar las lesiones y biopsar el tejido afectado es lo que permite conocer el grado o nivel de severidad de la patología, conocido como estadios (los cuales van del I a IV, siendo éste último el más severo).

Si bien cada paciente es particular y resulta fundamental considerar su edad, síntomas, estadio de la enfermedad y tratamiento, lo más importante es el abordaje integral e individualizado de cada paciente en centros especializados y con equipos multidisciplinarios. Como parte de dicho tratamiento, el acompañamiento tanto del equipo médico como del entorno familiar durante la terapia es indispensable. No obstante, realizar cambios de hábitos saludables en la rutina ayuda a sobrellevar la enfermedad de la mejor manera. Algunas de las recomendaciones a tener en cuenta se vinculan a una alimentación sana, a la realización de actividad física y a evitar situaciones de estrés.
 
El abordaje integral en centros especializados se basa en la detección, diagnóstico, tratamiento, control y terapias de apoyo necesarias, en conjunto con otras especialidades. Una vez confirmada la enfermedad, el estadío y el tipo de endometriosis, el especialista le indicará a la paciente la terapia más adecuada. La elección de la misma no sólo depende de la edad, los síntomas y la etapa reproductiva por la que esté transitando la mujer, sino también del objetivo del tratamiento: aliviar el dolor y otros síntomas, evitar lesiones futuras, o bien preservar o reestablecer la función reproductiva. Si bien hasta la fecha no se conoce su causa y no tiene cura, su tratamiento integral evidencia niveles de aceptación y de respuesta más que aceptables en el 90% de los casos.

Sanatorio Allende cuenta con un equipo capacitado y multidisciplinario para abordar todos los niveles de complejidad de esta enfermedad. El equipo médico está conformado por especialistas en Ginecología y Obstetricia con subespecialidad en Endometriosis y Fertilidad, Diagnóstico por Imágenes, Gastroenterología, Nutrición, Salud Mental, Medicina del Dolor, Anatomía Patológica, Unidad de Investigación y equipos quirúrgicos de alta complejidad, que le brindan a la paciente un enfoque menos invasivo, eficaz a largo plazo y con los mínimos riesgos posibles.

Fuente La Voz