Una elefanta, su amiga, decidió quedarse hasta el final. Se mantuvo estoica por una gran cantidad de tiempo, hasta que el cuerpo terminó por desintegrase. Espantó a las hienas y a cualquier otro animal que pretendió acercarse.

La imagen fue tomada en Botswana en 2007 por el fotógrafo amateur John Chaney y ganó la competencia 2012 del National Geographic Traveler, pero saltó a la fama recién en los últimos días, luego de que el diario británico Daily Mail le realizara una nota al autor de la imagen.

"El cuidador que nos acompañó nos dijo que hacía tres o cuatro días no veía a la elefanta, por lo que suponemos que estaba ahí hace mucho tiempo. Alrededor había unos 20 buitres y 10 hienas", dijo Chaney. Y agregó: "Fue emocionante y conmovedor ver cómo este elefante le dijo adiós a su compañero".