Confederaciones Rurales Argentinas ya tomó la decisión de hacer un cese de comercialización entre el lunes y jueves de la semana próxima, aunque todavía no lo anunció oficialmente. El resto de las entidades de la Mesa de Enlace deciden si el anuncio se hace en unidad
Son horas decisivas y de intensas negociaciones entre las entidades del campo para definir una protesta gremial en rechazo al aumento de las retenciones a la soja que anunció el Gobierno esta semana, con segmentación y compensaciones para productores de hasta 1.000 toneladas.
En el seno de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) ya se tomó la decisión de realizar un cese de comercialización de granos y hacienda entre el próximo lunes 9 y hasta las 24 horas del jueves 12. Estarán exceptuados de la medida de fuerza aquellos productores que necesitan trasladar hacienda por los efectos de la sequía que está afectando a la región núcleo.
Las demás entidades que conforman la Mesa de Enlace, en estos momentos están analizando la posibilidad de profundizar la protesta gremial, y el objetivo sería que la medida de fuerza sea anunciada por las cuatro entidades para dar una señal de “unidad” y que se transforme en una respuesta contundente a la presión de las bases para ir a la protesta.
Un comunicado de Confederaciones Rurales Argentinas que circuló este jueves ya sugería la toma de medidas de fuerza. “Señores, si las medidas tomadas son empujadas por un espíritu recaudatorio tengan en cuenta que es un juego de suma cero en el corto plazo. Si son empujadas por un espíritu ideológico entonces... Nos Veremos en las Rutas", decía.
La entidad que presidente el entrerriano Jorge Chemes, aseguró que la consecuencia inmediata del aumento de las retenciones será una menor producción de soja para la próxima campaña con una disminución de la intensión de siembra y una reducción en el paquete tecnológico a invertir por parte de los productores, ya que habrá un menor resultado económico disminuyendo los recursos disponibles para afrontar el ciclo agrícola 2020-2021.
El miércoles el consultor Pablo Adreani proyectó una caída de la siembra de soja, para el próximo ciclo, que podría llegar al millón de hectáreas. La menor superficie será más notoria en aquellas zonas extra pampeanas y que están alejadas de las zonas de los puertos, donde la rentabilidad ya estaba en quebranto con un nivel de retenciones del 30%, y que ahora con un 33% se hace inviable el negocio en esa zona.
Críticas a las medidas oficiales
En otra parte del comunicado de CRA, se advirtió que las medidas que se aplicaron en el pasado con retenciones y distorsiones en los mercados, derivaron en la menor intención de siembra de trigo en 100 años, con una caída de las exportaciones del complejo agroindustrial, y la generalización del monocultivo. Todo lo contrario sucedió con la eliminación de retenciones, a excepción de la soja, que impulsó el ex presidente Mauricio Macri en 2015, donde la producción respondió con una cosecha récord.
Y a pesar que en 2018 el campo estuvo afectado por la sequía, “al año siguiente volvimos a sembrar y respondimos con otra cosecha récord demostrando no solo resiliencia, sino también nuestra capacidad e idoneidad en aquello que sabemos hacer, que es producir”, dijeron los dirigentes de Confederaciones Rurales Argentinas.
“Una vez más los productores agropecuarios de todo el país, nos vemos empujados a tomar medidas en defensa de la condición más dignificante del alma y del hombre como tal, nuestro trabajo. Pasan los tiempos, cambian los actores, las situaciones, la dialéctica (si era soberanía, seguridad alimentaria o solidaridad); pero la respuesta de los gobernantes sigue siendo la misma, frente a su incapacidad de solucionar los temas estructurales, y se repite en nuestra historia como si obedeciese a leyes naturales. Retenciones, derechos de exportación, en definitiva, más impuestos”. ”, agregaron desde CRA.
También recordaron que los productores en 2008 dijeron “Basta” al proyecto de las retenciones móviles que impulsaba el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, y que planteaba en ese momento una retención con una alícuota del 41%, y desde CRA aseguraron que para igualar lo que el productor agrícola va a recibir en mano por su tonelada de soja hoy 12 años después, fruto de la combinación de un derecho de exportación de 33% y un tipo de cambio desacoplado del real, “las retenciones del 2008 hubieran necesitado llegar al 66,7%. Esto marca a las claras la frágil situación a la que se expone al sector más productivo, más competitivo, más federal y que genera empleo genuino en Argentina”.