Anoche se celebraron los Premios del Sindicato de Actores y una de las anécdotas de la noche fue el reencuentro entre Brad Pitt y Jennifer Aniston, que también han avivado los rumores de una posible reconciliación quince años después de su divorcio. Pero, ¿a qué se debe este ferviente deseo de que vuelvan? Muy sencillo, a los hechos nos remitimos.

Él es uno de los actores más carismáticos de la historia del cine. Ella, la reina de la comedia romántica. Juntos fueron una de las parejas favoritas de Hollywood hasta que Angelina Jolie -la tercera en discordia- se cruzase en el camino de Pitt durante el rodaje de Sr. y Sra. Smith. A partir de ese momento la llama entre ambos parece que se apagó y el que fuera uno de los matrimonios más sólidos de Hollywood terminó; y con ello la ilusión de millones de fans de la pareja que los veían como un referente.

Y no es para menos. La complicidad se palpaba en cada una de las instantáneas que les tomaban, y si a eso le sumamos su paradisíaca boda en Malibú y el afán por ir conjuntados de pies a cabeza-mechas de pelo incluidas-, el resultado por fuerza tenía que ser ese. Tras la noticia de la infidelidad del actor el mundo se dividió entre el 'equipo Aniston' y el 'team Jolie' hasta que finalmente la relación entre Brad y Angelina terminase a los doce años (por cierto, con un divorcio de lo más polémico).

Aunque Aniston rehiciese su vida y volviese a pasar por el altar con Justin Theroux, la gente no daba un duro por ellos, es más, seguían viéndola como la chica inocente a la que habían engañado y que seguía enamorada de su ex. Pero, ¿qué tenía eso de cierto? Es más, parece que todos se alegrasen de que este matrimonio fracasase como si así aumentasen las posibilidades de volver con Pitt, que ahora es uno de los solteros más codiciado.

Los últimos eventos en los que ambos han coincidido solo han servido para avivar estos rumores (recordemos las imágenes de Aniston escuchándolo atentamente con una mirada de lo más tierna mientras daba su discurso en los Globos de Oro, o cómo el actor acudió a su fiesta del cincuenta cumpleaños), y la pregunta es: ¿por qué todos queremos que se reconcilien? ¿Es que acaso eran la pareja perfecta?.

La culpa pueden tenerla varios factores. Por un lado la asociación que se tiene de la actriz con una mujer que cree en el amor para toda la vida y es capaz de perdonar hasta una infidelidad, y por otro lado la figura de Pitt que es el perfecto reflejo de quien comete un error y se arrepiente con el paso de los años. Aunque en este caso las circunstancias que los rodean sean bien distintas, pues el actor tiene nada menos que seis hijos.

Aun así, ambos cumplen a rajatabla el patrón de la traición que termina en reconciliación, como si no pudiesen evitar resistirse a ese magnetismo que los atrae. Porque ya se sabe, "donde hubo fuego siempre quedan cenizas", y aunque solo el tiempo tenga la respuesta a si serán de nuevo pareja o no, el resto de los mortales estaremos fantaseando creyendo que el amor que supera todas las barreras todavía existe.

El Mundo