El exdiplomático, quien fue detenido por Gendarmería Nacional durante un control de rutina con más de 8 kilos de cocaína ocultos en el baúl de su auto, recibió una pena de 5 años de prisión por el delito de transporte de estupefacientes.
El ex cónsul de Bolivia en Orán, Diego Fernando Vega Ibarra, fue condenado a cinco años de prisión en la segunda audiencia celebrada por el Juzgado Federal de Garantías de Tartagal. El exdiplomático había sido detenido junto al comerciante Wilson Bernardo Cordero Flores, quien también fue sentenciado.
En la audiencia de clausura, presidida por el juez Carlos Martínez Frugoni, la fiscalía avanzó con la acusación contra Vega Ibarra, de 37 años, y Cordero Flores, de 40, por el delito de transporte de estupefacientes, establecido en el artículo 5, inciso C de la ley 23.737.
El exdiplomático fue detenido en una verificación de rutina, cuando los gendarmes le solicitaron la documentación del vehículo y la apertura del baúl del rodado, y les resultó llamativo que la rueda de auxilio sobresaliera por encima del compartimento destinado para ello, y al levantarla descubrieron ocho paquetes rectangulares, conocidos como “ladrillos”.
Como suele suceder en estos casos, los efectivos convocaron a testigos civiles a fin de seguir adelante con el procedimiento. Vega Ibarra, por su parte, se identificó como diplomático y presentó una credencial que lo acreditaba como Cónsul de Bolivia en Orán, ciudad a la que se dirigía procedente de la frontera.
No obstante, el Ministerio de Relaciones Exteriores del Gobierno de Bolivia confirmó que Vega Ibarra había cesado como cónsul el 5 de diciembre de 2019. Por otra parte, se estableció que la droga secuestrada se trataba de cocaína, con un peso total de 8,263 kilogramos. Asimismo, se pudo determinar que algunos paquetes llevaban impresa la figura de un delfín, sello distintivo que identifica a la droga del cartel de narcotráfico dirigido por los hermanos Castedo.