Hasta ayer, cuando venció el plazo para adherirse, se emitieron bonos por US$ 367,6 millones y sólo el 20% fue canjeado por divisas; dudas por una eventual prórroga
No alcanzaron ni el perdón fiscal ni las operaciones comerciales permitidas con los bonos. Tampoco las cartas de inducción ni las llamadas del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, para presionar a directivos de empresas. El blanqueo de capitales con el que el Gobierno pretendió que se declararan e ingresaran al país dólares del circuito informal cerró ayer su ciclo con un resultado muy pobre y con una incertidumbre: hasta anoche no se sabía si habrá o no prórroga. La operatoria sólo recaudó unmonto menor al 10% de los US$ 4000 millones que estaban en las expectativas del Gobierno.
Desde el 1° de julio, cuando el plan entró en vigor y hasta ayer, se emitieron Cedines por US$ 341,6 millones en 8046 operaciones concretadas, según pudo conocer LA NACION. La última jornada, al menos en el plan original, fue la que cosechó mayor cantidad de dólares, con un total de casi 82 millones, más del doble de lo conseguido el viernes pasado. Del monto total, se cambió ya por dólares billetes el 20%, es decir, US$ 69,5 millones. El canje por divisas puede realizarse en el Banco Central una vez que se haya concretado una operación en el mercado inmobiliario con los Certificados de Depósitos de Inversión (Cedin).
El Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (Baade) tuvo un resultado aún más modesto. Si bien no hubo datos de las suscripciones de ayer, hasta el viernes se habían emitido US$ 26 millones, sumando así un total de US$ 367,6 millones.
Hasta última hora de ayer, ni en el Ministerio de Economía, ni en el Banco Central ni en la AFIP las fuentes consultadas se animaban a decir con total certeza que no se dispondrá una extensión del plazo para adherir al blanqueo, que prevé un perdón impositivo para los evasores respecto de las obligaciones con el Estado nacional.
Esa insólita situación se tradujo en inquietud entre los operadores del mercado. Con la necesidad latente de divisas, los analistas entienden que podrían comenzar a explorarse otros caminos si se resolviera no insistir en el blanqueo.
Anteayer, el jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray, había afirmado en una entrevista con Infobae.com que su consejo a la presidenta, Cristina Kirchner, fue que no se dispusiera una prórroga. En cambio, pocos días antes, Moreno había dicho a un grupo de empresarios que se darían más días para adherir, tal como lo permiten las facultades otorgadas por la ley al Poder Ejecutivo.
El programa del Gobierno no logró reactivar el mercado inmobiliario, uno de los objetivos trazados al permitir que los Cedines sean una modalidad válida para el pago de propiedades. Además, prácticamente no hubo operaciones en los mercados financieros. Apenas se registraron dos, el viernes pasado y por un total de $ 1.908.675, en el Mercado Abierto Electrónico (MAE), según informaron anoche en la Comisión Nacional de Valores (CNV). La mayor parte de esas transacciones se hicieron con un dólar de 7,37 pesos.
"Las causas por las que el dinero se llevó afuera, como la desconfianza, siguieron estando", analizó Dante Sica, director de la consultora abeceb.com, respecto de los motivos de la falta de entusiasmo por el programa. Agregó que desde el plano político, y a diferencia de la situación existente en el blanqueo de 2009, hoy aparece un escenario incierto para el Gobierno, tras los resultados adversos de las elecciones primarias para la renovación de cargos legislativos.
"El instrumento fue tironeado por diferentes objetivos, como mejorar el nivel de reservas, impulsar la actividad inmobiliaria y reducir la presión sobre el dólar paralelo", describió Sica. Ninguno de los tres pudo ser cumplido y ahora, evaluó, el Gobierno podría buscar una medida alternativa para minimizar la pérdida de reservas del Banco Central, que ayer cerraron en US$ 34.846 millones, tras una caída de US$ 1832 millones en septiembre (ver página 14).
"Estaba la fantasía de que el Cedin iba a tener más propiedades que la aspirina", recordó con ironía Miguel Kiguel, economista de Econviews. Pero, agregó, finalmente el proceso fijado para el blanqueo fue complicado y no hubo fluidez en el mercado secundario, lo cual se demostró en intentos de operaciones en la Bolsa que no lograron concretarse. Respecto de la falta de impulso a las operaciones inmobiliarias, Kiguel afirmó que el problema es hoy la falta de acuerdo por los precios. "El propietario quiere vender en dólares con el valor del blue y los compradores quieren un dólar «celeste», con una cotización intermedia entre el tipo de cambio oficial y el informal", dijo.