Autismo y pirotecnia: "Pueden llegar a estar más de una hora llorando y gritando con los oídos tapados"
- 24/12/2019 14:51 hs
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Así lo indicó Julia, mamá de un niño con autismo. Los estruendos de los fuegos artificiales pueden desencadenar importantes crisis en personas con TEA. Entremujeres Clarín consultó a una especialista.
La Navidad y el Año Nuevo vienen de la mano de tradiciones y costumbres que no todos disfrutan. Por el contrario, son varios quienes se ven afectados por un producto que está cada vez más en el ojo de la tormenta: la pirotecnia. Entre ellos, figuran las personas con autismo, quienes suelen sufrir hipersensibilidad a determinados estímulos.
Desde la Fundación INECO explicaron que el autismo es una condición que se encuentra dentro de los trastornos del neurodesarrollo y que se manifiesta durante los tres primeros años de vida, perdurando a lo largo de todo el ciclo vital.
“Los efectos de la pirotecnia pueden desarrollar en los chicos grandes crisis de angustia y desorganización. Viven este tipo de estallidos como si estuviesen al lado de ellos, a pesar de que estén a distancia. Como son situaciones impredecibles que aparecen cuando ellos no las están esperando, generan les generan un gran nivel de desorganización emocional y conductual”, dijo a Entremujeres Clarín la doctora Andrea Abadi, directora del Área de Neurodesarrollo y Condición del Espectro Autista del Centro CITES INECO.
Al ser consultada por los fuegos artificiales que sólo emiten luz, Abadi aclaró que “de la pirotecnia lumínica uno se puede proteger mucho mejor”, mientras que “para protegerse del efecto del sonido hay que aislarse”. Las luces “no generan desorganización de la misma manera porque el individuo puede mirar para otro lado. Además, la sensibilidad lumínica no es tanta. En general, las dificultades del espectro autista tienen más que ver con lo sensorial auditivo y lo sensorial táctil”, indicó la especialista.
Finalmente, la médica sostuvo que los estruendos afectan tanto a niños como a adultos con TEA. En ese sentido, aseguró que la hipersensibilidad hacen que “el niño o el adulto reaccionen de una manera exacerbada y con una reactividad especial a los sonidos”.
Por su parte, Julia Moret, escritora y madre de Lucas, niño con esa condición, escribió en su cuenta de Twitter: “Cuando decimos que a un niño con TEA la pirotecnia le hace mal no significa que por un caprichito llora 4 minutos”. La autora explicó que “al experimentar los ruidos aumentados, la explosión le hace muy mal y puede llegar a estar más de una hora llorando y gritando con los oídos tapados”.