La conductora, que este año regresó a la pantalla chica, contó detalles de la enfermedad que atravesó en 2016.
Este año, Viviana Canosa regresó a la televisión después de cuatro años de ausencia en la pantalla chica. La conductora de Nada Personal (El Nueve) estuvo alejada los medios, relacionada con temas de índole social y político. En el último tiempo, contó ese impass en su carrera y también fue noticia por su separación de Alejandro Borensztein pero nunca había hablado sobre los graves problemas de salud por los que transitó.
En una entrevista, la periodista hizo una fuerte revelación que se había guardado hasta ahora: "Tuve cáncer hace tres años. Me encontraron un carcinoma in situ en una lola. Lo traté con naturalidad total. Me fui a hacer unos estudios, la mujer que me hizo la ecografía me dijo que notaba algo raro. 'Me preocupa, me dijo. Yo no dije nada en mi casa...", reveló.
Y continuó con su relato: "Me pincharon para ver la gravedad que tenía. Era muy grave, pero no dije nada. Fui sola a hacerme todo, no le dije nada a nadie porque no quería asustarlos. Solo tenía miedo de morirme por mi hija Martina, que tenía tres años en ese momento".
"Lloré mucho porque tenía miedo de Martina. Pensaba: '¿Quién me la va a cuidar? ¿Quién le va a enseñar? ¿Quién la va a educar? ¿Quién la va a llevar por el mejor camino?'. Pero lo viví con naturalidad. Para mí la vida y la muerte están unidas, y si me muriera mañana tampoco me preocuparía. Eso lo aprendí con mi camino espiritual. Lo viví con naturalidad, era delicado", aseguró.
La conductora luego contó cómo hizo para sobrellevar el proceso de manera solitaria. "Fue una prueba más en la vida", reflexionó. Y contó lo que hizo cuando su médico le dijo que era algo preocupante y que debía sacarse cuanto antes. "Me fui a la clínica y me operé un día que había un diluvio. Para ese momento ya sabían mi mamá, mi papá y Alejandro (su ex)", detalló.
"Me fui a operar pensando: 'Ya está, Dios me puso una prueba y la voy a superar'. Me lo saqué, no había nada tomado. La lola me quedó perfecta, salió todo bien. Volví a mi casa toda vendada, a mi hija le dije que estaba muy contracturada, que me dolía mucho el cuerpo así que iba a estar en cama unos días", recordó sobre aquella charla que tuvo con su pequeña hija.
Canosa reconoce al día de hoy que el haber guardado el secreto fue complicado. Y de hecho contó una anécdota de cuando fue a una reunión de trabajo a una semana de la operación. "Me encontré con autoridades de El Trece por una reunión laboral y uno de ellos me abrazó muy fuerte, sin saber que estaba pasando por un post operatorio. Yo respiré profundo, estaba toda vendada...", concluyó.