Dirigentes cocaleros y del MAS viajaron a Buenos Aires. Buscan definir el candidato a presidente de Bolivia.
Es bien claro que Evo Morales, aunque no podrá buscar una nueva reelección, tendrá un rol central en la campaña para los próximos comicios en Bolivia, todavía sin fecha definida pero posiblemente entre marzo y abril. El exmandatario, refugiado en la Argentina desde el jueves, recibe a líderes de su partido, en medio de divisiones internas y una pugna por quién será el candidato a presidente.
Dirigentes cocaleros y miembros del Movimiento al Socialismo (MAS) de Bolivia viajaron a Buenos Aires para reunirse con Morales durante este fin de semana.
Parlamentarios del MAS consultaron al gobierno de transición de Bolivia existía algún problema en que viajaran a visitar a Morales, reveló este sábado el diario El Deber, de Santa Cruz de la Sierra. “Les explicamos que mientras no violen la ley y la Constitución pueden transitar libremente”, dijo el ministro de Gobierno boliviano, Arturo Murillo, según el mismo medio.
Morales pretendía reunirse con los presidentes de ambas cámaras del Parlamento y los jefes de bancada, pero no asistirán todos, revelaron en La Paz fuentes del MAS.
El líder cocalero Andrónico Rodríguez -número dos de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, de las que Evo sigue siendo presidente- fue fotografiado el viernes mientras hacía los trámites migratorios antes de volar hacia Argentina.
También partió hacia Buenos Aires la senadora Adriana Salvatierra, junto a las diputadas Sonia Brito, Juana Quispe y Valeria Silva, todas del ala radical del MAS, quienes pidieron una licencia temporal.
Hay otro grupo, más moderado, conformado por la actual presidenta de la Cámara Alta, Eva Copa, el secretario del Senado, Ómar Aguilar, el asambleísta Efraín Chambi, entre otros, que se han respaldado en el grupo de facilitadores conformado por la Unión Europea, la ONU y la Iglesia católica, según El Deber.
La prensa boliviana habla de diferentes posiciones dentro del MAS de cara a las elecciones que aún no tienen fecha y para la que los partidos deben definir candidatos.
El sábado pasado, en un congreso extraordinario en Cochabamba, el MAS nombró como estratega de la campaña a Morales. El partido quedó muy golpeado tras las denuncias de fraude en las elecciones del 20 de octubre y las protestas que forzaron a la renuncia del presidente, el 10 de noviembre, en medio de una ola de violencia en toda Bolivia. Ahora intenta recuperar la iniciativa, frente a la aparición de nuevos líderes de derecha que se fortalecieron en esta revuelta y planean competir por la presidencia del país, como el líder del Comité Cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho.
Dentro del MAS se barajan varios nombres, entre ellos el de Andrónico Rodríguez o el ex ministro de Economía, Luis Arce, a quienes apoya al parecer el ala más radical del partido. Los más moderados, en cambio, se inclinan más por el ex canciller David Choquehuanca, quien acompañó a Evo durante gran parte de sus casi 14 años de gobierno.
Pese a que el Gobierno argentino dijo que Evo no podría hacer desde Buenos Aires comentarios políticos, el ex presidente boliviano no dejó la práctica de enviar constantes mensajes por Twitter, como hacía desde México, donde se refugió tras su renuncia y desde donde denunció que fue víctima de un golpe de Estado. El viernes, atacó por esa vía al gobierno de derecha de Jeanine Añez en Bolivia, al que acusó de querer “volver al pasado” porque “hablan de privatizar y entregar nuestras empresas estratégicas a las transnacionales”.
Fuentes del gobierno interino boliviano expresaron su preocupación de que la presencia de Morales en Argentina, “puede tener el objetivo de volver a convulsionar el país”.