La periodista y conductora recibió a Ciudad en la intimidad de su hogar y presentó a la más chiquita del clan, de 2 añitos.
Desde hace años la vemos conducir, entrevistar y cumplir su rol de periodista en eltrece y también en TN. Sin embargo, en este mano a mano descontracturado conocimos una faceta totalmente distinta de Sandra Borghi (44).
Súper canchera con un mono blanco, sirviendo algo fresco para tomar y muy pendiente de que todos en su casa estén cómodos,
Rápidamente aparece la pequeña Juana (2) en escena. Es la más chiquita del clan y la que eclipsa la atención en la casa: "Es muy charlatana. Y como somos una familia ensamblada y tiene muchos hermanos mayores, por ejemplo, sabe los distintos apellidos de todos. Cada uno tiene su nombre y su apellido, y ella se los sabe a todos", dice Borghi, orgullosa de su pequeña.
-Contanos cómo está compuesta la familia, Sandra.
-Bueno, ella es Juana Cassanello, cumplió dos años en septiembre. Tiene una hermana mayor que es Isabella Cassanello (13), que es hija de mi marido. Después tengo dos hijos yo, que son Josefina (12) y Valentín Mac Dougall (8), y fruto del amor que nos tenemos con mi marido Fernando Cassanello (50), como broche y frutilla del postre, llegó ella.
-¿Cómo es Juana?
-Es un "aparato", es muy divertida. Nos hace reír todo el tiempo y como tiene la viveza de los hermanos mayores, si la querés retar no podés. Se pasa de viva. Por ejemplo, si la mandás "a pensar" se sienta, en penitencia, y dice "uno, dos, tres, cuatro, catorce", y nos hace reír mucho.
-La vemos súper "parlanchina" y ya se hace entender perfecto a pesar de que sólo tiene dos años. ¿Cómo es en casa?
-Sí. Va muy libre por la vida, es una nena que se expresa. Tiene mucha facilidad de expresión, mucho vocabulario, entonces va por la vida comunicándose. Y si no le entendés, es problema tuyo. Ella se expresa, comunica y sigue de largo. Siempre se encarga de hacerse entender.
-¿Y vos como mamá cómo la vivís?
-Me permito mucho el placer de disfrutarla. Me hago el espacio para correr y estar aunque sea ratitos. Trabajo mucho, me ocupo mucho de todo, quiero que todos tengan todo lo que quieren porque soy así, canceriana, queriendo abastecer a toda la familia. Y para eso corro un montón, pero me hace muy feliz completar el deseo de cada uno de los chicos. Ay, te lo digo y me emociono...
-¿Cómo hacés con todo?
-El desafío para mí, por lo menos en esta etapa de la vida, a mis 44 años a mí me pasa esto, es que trato de darle mucho lugar a sus deseos. Jose trae todo lo de la adolescencia y es la que impone junto con Isabella que es la mayor. Entonces Josefina va al colegio con el pañuelo verde atado arriba de todo y yo por ahí se lo quiero dejar, pero atado más abajo y ella se lo suelta y se lo vuelve a poner bien arriba. Ellos vienen con ese chip naturalizado a niveles admirables, que vos los escuchás y aprendés.
-¿Se encuentran esos momentos para charlar entre todos?
-Sí. De hecho en casa se habla de todo, de política, todo... Y hay charlas por ejemplo cuando comemos todos juntos a la noche, Juana incluida. La cena es todos juntos, tan es así que la otra vez quería empezar a planificar las vacaciones con mi marido. Entonces llamo a la señora que me ayuda a la tarde y le digo "Dioni, por favor, dale de comer a los chicos temprano porque quiero hablar con Fernando de las vacaciones". Y pasa esto, no podés hablar. No sabés el planteo que me hicieron: "¿No querés comer con nosotros? ¿Qué es esto? ¿Solos?". Se me armó un piquete y se volvieron a sentar aunque ya habían comido. Conclusión: ¡todavía no planificamos nada!
-¿Cómo viviste tu tercera maternidad después de los 40?
-Para mí la maternidad a los 40 años fue una revelación. La verdad es que desde el día que Juana nació, desde ese mismo momento. Me acuerdo de estar en la clínica con Fer, Juana, cuando llegaron los chicos y sentirlo como uno de los momentos más perfectos de mi vida. Tengo registro emocional de eso. Cuando llegaron los tres hermanos y la conocieron, habiéndola visto los nueve meses en la panza, lloraron de emoción. Jose, que es re sensible, la abrazaba y no podía creer que después de nueve meses de verla en la panza ella estaba ahí.
-¿Qué recordás de ese momento?
-Pude disfrutar desde el primer momento todo, incluso el embarazo también. Mi pareja es muy sólida y muy sana, entonces todo fue mucho más armonioso. Los chicos estaban todos muy enganchados. Juana no es mía, es de todos. Y eso hace que todo sea más fácil y más lindo. Aunque también, Juana maneja bastante la casa, quiero que sepan. Nos tiene a todos así, cortitos. Nos maneja a todos como quiere.
-¿Vas a tener más?
-¿Vos estás loca, no? ¿Vos creés que la vida me da para más, ja ja?