Jorge Martínez Poch, acusado de haber sometido a sus hijas a abusos sexuales y del secuestro y violación de una abogada con la que mantenía una relación de pareja, será sometido en los próximos días a peritajes psicológicos y psiquiátricos, según adelantó el fiscal platense Marcelo Romero, que investiga los hechos.

El representante del Ministerio Público Fiscal que lleva adelante la causa abierta contra Martínez Poch, que fue detenido tras la denuncia de la abogada Vanesa Rial, a la que se le unificó la pesquisa consecuente de las denuncias hechas por las propias hijas del acusado por sucesos que las tuvieron a ellas mismas como víctimas, aseguró que en su carrera judicial "nunca vio" un caso de características similares.

Romero también confirmó que el imputado se negó a declarar anteayer ante las autoridades judiciales, en una audiencia que no duró más de "7 u 8 minutos" y en la que a Martínez Poch "se lo notificó de los nuevos cargos" en su contra.

"En la audiencia -dijo el fiscal- también se le informaron de los peritajes psicológicos y psiquiátricos que vamos a realizar en la asesoría policial de los tribunales." Se espera que, a partir de esos estudios, los peritos estén en condiciones de confeccionar un perfil del acusado, que será informado entre el 7 y el 9 de octubre próximo.

Romero remarcó la "gravedad" de las imputaciones que recaen sobre el acusado, de 50 años, quien tenía varias denuncias en su contra.

"Todo comenzó con la denuncia de un papá, que dijo que su hija estaba desaparecida o retenida contra su voluntad. Eso fue comprobado por mí, personalmente, y por la policía de investigaciones de La Plata", relató el fiscal, en alusión al caso Rial.

Romero agregó: "Durante la investigación nos enteramos de que las hijas del imputado habrían sufrido hechos terribles durante toda su niñez". Según dijo el fiscal, tras los operativos realizados en la casa del imputado se encontró a "una chica muy joven en un estado psíquico deplorable, en estado de shock", quien en un primer momento "defendió a la persona que tenía privada su libertad".

Sin embargo, al recuperarse, la abogada "pudo denunciar todo lo que denunció", lo que llevó a las hijas del imputado a reconocer que su padre las había sometido a situaciones de violencia familiar y abusos.

"La imputación es muy grave", advirtió Romero, y explicó que el hombre se encuentra acusado de privación ilegal de la libertad calificada, delito al que luego se le sumaron los de corrupción de menores y abuso sexual gravemente ultrajante para las víctimas, según publicó la agencia de noticias DyN.

El fiscal precisó que "la corrupción es calificada por el vínculo, por violencia e intimidación" y, en el caso del abuso sexual, es "gravemente ultrajante" por tratarse de sus hijas. "Casos como éste, por lo menos en mi carrera, nunca había visto", lamentó el fiscal.

En cuanto a las denuncias previas que involucraban a Poch, el funcionario señaló que "tenía una persona allegada, amiga o contacto en el área de reconocimientos médicos de la policía".

"Aparentemente el señor le brindaba información sobre las señoras que iban a ser revisadas por los médicos después de la denuncia y él [Poch] las volvía a intimidar para que retiraran las denuncias o directamente negaran los hechos", añadió.

El fiscal lamentó que "cada vez" hay "más denuncias" por violencia de género, un delito que "crece", aunque destacó que "también es cierto que el Estado está dando nuevas respuestas y adaptándose a esta nueva realidad criminal".

Fuente: lanación.com