Hay 115.000 empleados más que en 2007; en 2014 llegarán a 400.000
Desde que Cristina Kirchner asumió la presidencia, en diciembre de 2007, el empleo en la administración pública nacional creció de manera exponencial. Según las cifras presupuestarias oficiales, a partir de esa fecha el Estado incorporó a algo más de 115.000 empleados (un incremento de casi 30%, contabilizados los cargos permanentes y temporarios, vía contratos) y se estima que, con el actual ritmo de contrataciones, el plantel totalizará el año próximo unos 400.000 empleados públicos.
Desde la llegada del kirchnerismo al poder, el empleo público tuvo un impulso creciente: en 2003, la planta de personal era de 266.156 agentes. Según el proyecto de presupuesto 2014, que la semana pasada se envió al Senado para su sanción definitiva, el plantel llegará a 398.717 personas (incluidos la AFIP y el Incaa), con lo que se prevé el ingreso de 17.437 agentes, casi 50 nuevos empleados por día. Esto no incluye las 30 empresas bajo la órbita del Estado (AySA, Arsat y Enarsa, entre otras), cuyo presupuesto corre por fuera de la contabilidad de la administración nacional.
Semejante incremento en el personal del Estado demandará unos 95.000 millones de pesos el año próximo en concepto de remuneraciones, es decir, 6,9% más que este año.
Pero seguramente el monto será mayor aún cuando se resuelvan, en paritarias, los aumentos salariales de los empleados públicos acordes con el alza de la inflación.
La tendencia creciente del empleo público a nivel nacional ha sido una constante, también, en las provincias. Si se toma el sector público en su conjunto -gobierno nacional, provincias y municipios-, en estos diez años de gobierno kirchnerista el aumento del número de empleados ha sido cercano al 50%. El ritmo de aumento del empleo público ha cuadruplicado el de la población y duplicado el del empleo privado.
"Esto es consecuencia del populismo kirchnerista, que ha probado ser impotente para cambiar la estructura productiva del país, pues éste se ha vuelto incapaz de absorber los 250.000 empleos anuales que requieren los jóvenes que se incorporan al mercado laboral. Para paliar la falta de creación de empleo privado, el Gobierno apela a los planes sociales y al empleo público improductivo", enfatizó el diputado Oscar Aguad (UCR).
"El año próximo el empleo público nacional crecerá un 4,5%. Todo un récord -indicó, por su parte, el diputado Julián Obiglio (Pro)-. Es evidente que el Estado está supliendo la falta de creación de empleo en el sector privado, y esto se origina debido a la falta de incentivos en la economía."
De acuerdo con las planillas del proyecto de ley de presupuesto 2014, los ministerios con mayor personal son los de Seguridad y de Defensa, con 109.689 y 105.642 agentes, respectivamente. Los sigue el Poder Judicial, con 23.614 trabajadores, mientras que en cuarto lugar figura nada menos que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), con casi 22.000 empleados.
Un párrafo aparte merece este organismo del Estado, a cargo de Ricardo Echegaray. Debido a que se nutre de un porcentaje de la recaudación neta total de los gravámenes y de los recursos aduaneros que recauda -que ha ido en alza en estos últimos años por la inflación-, la AFIP se ha convertido en uno de los enclaves más poderosos del Estado, con más de 21.800 empleados.
"Se transformó, virtualmente, en la cuarta provincia del país", graficó el diputado radical Enrique Vaquié.
En efecto, la AFIP de Echegaray percibirá ingresos por 20.502 millones de pesos el año próximo. Para dimensionar semejante monto basta decir, por ejemplo, que la provincia de Mendoza recibirá por distintos conceptos del Tesoro unos 22.067 millones de pesos en 2014; Salta, 13,700 millones, y Entre Ríos, 13.500 millones.
Resulta también interesante observar cómo fue creciendo la planta de personal en los distintos ministerios. El Congreso, que en 2004 tenía 9587 empleados, ahora tendrá poco más de 14.000. Vale acotar que tanto Amado Boudou, presidente del Senado, como Julián Domínguez, titular de la Cámara de Diputados, encararon una profunda reestructuración del personal legislativo; alentaron la jubilación de aquellos en edad de hacerlo y tomaron personal nuevo.
En otros casos, el crecimiento del personal ha sido por demás impactante. Por ejemplo, en el Ministerio de Salud hay 11.630 empleados, cuando en 2008 -primer año de gestión de Cristina Kirchner- había casi 3800 y en 2004 -primer año del mandato de Néstor Kirchner-, 3781 trabajadores.
En el Ministerio de Desarrollo Social sucedió algo similar: en 2004 el plantel era de 533 empleados; en 2008, de 1739, y en 2014 se prevén 3739 trabajadores públicos. Pero el crecimiento más explosivo fue el del Ministerio de Trabajo: con 1210 empleados en 2004, pasó a 2015 en 2008, para terminar, en 2014, con 200.466 agentes.
Buena parte de los casi 400.000 empleados públicos que tendrá la administración pública el año próximo tiene cargo permanente; poco más de 15.000 son temporarios. Tal como ya publicó este diario de fuentes oficiales, debido al año electoral muchos de los empleados transitorios fueron pasados durante estos meses a la planta permanente. De esa manera se pudieron agregar nuevas contrataciones a la planta temporaria, una política orientada a fortalecer a militantes de La Cámpora y de Unidos y Organizados, sostén ideológico del Gobierno.