Doscientos años después de su descubrimiento, la mayor expedición femenina organizada hasta la fecha viaja al continente helado. Su objetivo es recabar información sobre el cambio climático y encontrar soluciones para frenarlo.
Ingenieras, biólogas, matemáticas… científicas. Desde el próximo viernes, también expedicionarias. Ponen rumbo a la Antártida para luchar contra un problema que afecta a todas las disciplinas y a todo el Planeta: el cambio climático. Y lo harán cómo mejor saben: con ciencia.
La cuarta edición del programa Homeward Bound cuenta un año más con el respaldo de ACCIONA y continúa trabajando para potenciar el liderazgo y empoderamiento de las mujeres del ámbito científico y hacer frente a la crisis climática.
Bajo el lema La madre naturaleza necesita a sus hijas, esta edición ha reunido a 100 mujeres de 35 países. Pero el objetivo es que sean mil, mil profesionales de las disciplinas STEM en los próximos seis años que conviertan a la mujer científica en protagonista de la lucha contra el cambio climático.
“Está demostrado que los equipos de trabajo diversos toman mejores decisiones y aportan soluciones más creativas ante los grandes retos. ¡La participación de las mujeres es buena para el planeta!”, asegura Marga Gual Soler, experta en Diplomacia Científica y Asesora en Política Científica de la Comisión.
Para buscar estas soluciones, las participantes se han embarcado en un programa de un año en el que han recibido formación en materia de liderazgo, estrategia, comunicación y visibilidad a partir de una evaluación de desarrollo personal en la que se trabaja con mentoras especializadas referentes mundiales en la lucha contra el cambio climático como la artífice del Acuerdo de París, Christiana Figueres y la primatóloga Jane Goodall. Musimbi Kanyoro, presidenta del Global Fund for Women se ha unido este año a la expedición en calidad de mentora: “Los movimientos sociales son más eficaces que los individuos para generar cambios. Pero aún necesitamos buenos líderes individuales en todas partes, en organizaciones, empresas (…) frente al desafío climático, todos somos necesarios, nunca hay razón para excluir a nadie”.