Esta semana se estrena la segunda parte del gran éxito de la animación. El productor Peter del Vecho desvela sus secretos.
Hace seis años, las cosas eran muy diferentes en la mayor factoría de entretenimiento del mundo. Disney acababa de comprar Marvel y LucasFilm, pero aún faltaba mucho para que llegasen los megaéxitos de taquilla de ambas franquicias. Además, si hablamos de animación, que era la razón de ser original de la compañía, la subsidiaria Pixar funcionaba mejor en las críticas y en las cuentas de resultados. Pero, sin que nadie lo esperase, llegó 'Frozen' y todo cambió. La película hizo cerca de 1.200 millones de euros en todo el mundo y su banda sonora fue el disco más vendido de 2014. Ahora, cuando el dominio de Disney es abrumador respecto al resto de empresas del sector, llega 'Frozen 2', que se estrena este viernes.
Peter del Vecho, productor y hacedor de aquel bombazo, echa la vista atrás. "Como estudio, Disney era cada vez más fuerte, se podía sentir en 'Enredados' (2011), 'Rompe Ralph' (2012) y, finalmente, en 'Frozen'", explica. "Sabíamos que teníamos una buena película, pero nadie en el estudio, ni siquiera los directores, pudimos predecir el fenómeno en que terminaría convirtiéndose". Aún hoy, no sabe detectar exactamente las razones de aquello: "Teníamos personajes que eran creíbles y cercanos, y la música tuvo también un papel muy importante. Pero yo diría que fue como si la gente descubriese esta historia y la hiciese suya. En eso 'Frozen' fue única".
También estaba el relato. Elsa y Ana, las protagonistas, son dos hermanas: la segunda se enamora de un príncipe que termina siendo el malo y la primera no conoce varón ni le interesa, lo cual hizo que algunos la viesen como una heroína lésbica y feminista. Del Vecho tira balones fuera, pero no muy lejos: "En 'Frozen', tomamos muchas convenciones de los cuentos de hadas y les dimos la vuelta. Por ejemplo, con el amor a primera vista. Pero siempre de forma respetuosa, sin reírnos de ellas". 'Frozen 2' "tiene más sorpresas. Es más un misterio que se va desvelando, aunque esté conectada con la primera película".
En esta segunda parte, "el entorno es otro personaje", subraya el productor. "En este caso hablamos del otoño, que creemos que encajaba con el proceso de aprendizaje y crecimiento de los personajes. Además, en cuanto éste es un viaje por un bosque encantado, tenía sentido ambientarlo en esta época del año". Así, su objetivo es intentar "crear un mundo creíble, pero no necesariamente realista. Evocar un sentimiento que transporte al público a un espacio especial".
Pero para que el éxito se repita hace falta que la música vuelva a conectar. "Tenemos el mismo equipo que en la primera trabajando del mismo modo: haciendo canciones que dejan hablar a la historia, pero que también la hagan avanzar", subraya Del Vecho. "Creo que las canciones son más maduras, del mismo modo que los personajes han crecido. Es parecido a cuando escribes un musical: la primera película era el primer acto y ésta es el segundo, en el que la historia se vuelve más profunda y emocional". Hace seis años, "las canciones se hicieron populares porque la gente vio la película varias veces y empezó a comprarse el disco, que tomó vida por sí mismo. Estoy seguro de que sucederá lo mismo con esta música".
En cualquier caso, lo que parece claro es que Disney sigue manteniendo el equilibrio mejor que nadie entre creatividad y negocio. "Como cineastas", explica Del Vecho, "para nosotros resulta crucial asegurarse de que estamos contando historias universales con las que la gente se pueda identificar. Y que sean oportunas pero también eternas. Y hacerlo siempre centrados en el proceso creativo. El resto viene solo, cuando ya tienes un producto del que te puedes sentir orgulloso".