El Estadio Monumental de Lima, con capacidad para 80 mil espectadores, fue elegido por la Conmebol para que se dispute la final de la Copa Libertadores de América entre River y Flamengo, el 23 de noviembre. La capital peruana surgió como producto del consenso entre los dirigentes y reemplazará a Santiago de Chile.
Luego del conflicto social y los graves incidentes en la capital trasandina, se resolvió que la sede se mude más al norte del continente, a 3.100 kilómetros en línea recta desde Buenos Aires y a 3.700 de Río de Janeiro.