La protesta pacífica es la más importante desde el retorno de la democracia. El viernes, la Fiscalía identificó a 15 víctimas de los disturbios y el Ejército declaró el séptimo toque de queda consecutivo en Santiago
Cerca de un millón de personas protestaban en las calles de Santiago este viernes contra el presidente Sebastián Piñera, al cumplirse una semana de manifestaciones.
En tanto, la sede el Congreso chileno, establecida en Valparaíso, tuvo que ser evacuada a causa de una serie de incidentes que estallaron durante una manifestación de protesta en sus cercanías.
Los incidentes fueron reportados sobre la avenida Argentina, que conduce a la puerta principal del edificio, donde los manifestantes levantaron barricadas y hubo enfrentamientos con agentes de las fuerzas de seguridad.
En ese contexto, el presidente de la Cámara de Diputados, Iván Flores, exhortó a todo el personal del edificio a abandonar el lugar.
"Es evidente de que tenemos una tensión social inédita, que no se había visto. Todos estamos aprendiendo de ella, estamos sacando lecciones. Con violencia no vamos a resolver absolutamente nada y creo que en este momento es lo peor que se puede propiciar. Aquí hay un llamado a la calma", dijo Flores.
Los disturbios forzaron la suspensión de un debate que se iba a dar en la comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados para tratar una reforma del sistema previsional.
Antes, la comisión de Asuntos Constitucionales había aprobado por unanimidad un proyecto para desvincular la dieta parlamentaria del sueldo de los ministros de Estado, en lo que se considera como el primer paso para disminuir los sueldos de los senadores y los diputados.
Estos incidentes en Valparaíso estallaron en medio de una rebelión popular que comenzó la semana pasada, con violentas protestas y extrema represión que dejaron hasta este viernes 19 muertos, cientos de heridos y más de 2.000 detenidos.