Este domingo se llevó a cabo el primer debate presidencial en el Paraninfo de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) de la ciudad de Santa Fe, el cual dejó cruces picantes, algunas propuestas y muchas chicanas durante las dos horas que duró.
Los candidatos Mauricio Macri, Alberto Fernández, Roberto Lavagna, Nicolás del Caño, Juan José Gómez Centurión y José Luis Espert expusieron sus propuestas sobre cuatro ejes temáticos: relaciones internacionales; economía y finanzas; derechos humanos, diversidad y género; educación y salud.
El debate, obligatorio a partir de la sanción de la ley 27.337 de 2016, fue moderado por cuatro periodistas y pese a la rigidez del formato, se dio lugar a una serie de intercambios, sobre todo entre Macri y Fernández.
El primero de ellos se dio en la introducción, cuando el candidato del Frente de Todos acusó al primer mandatario de “haber mentido mucho” en el debate de 2015. A continuación, en el tema Relaciones Internacionales, denunció que Macri apoya la intervención armada en Venezuela. “Espero que ningún soldado argentino termine allí”, dijo.
Macri no se quedó atrás. Primero chicaneó al candidato a gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, diciendo que de ganar pondrá una “narcocapacitación en las escuelas”.
Después le respondió a Fernández, quien lo había acusado de destruir el aparato productivo argentino. “Lo mismo dijiste de Cristina tiempo atrás. Hay que ser sinceros y decir la verdad”, manifestó.
En Derechos Humanos y Educación, Fernández aprovechó para reafirmar su postura a favor de la legalización del aborto, y anunciar la creación de un Ministerio de la Mujer, la Igualdad y la Diversidad.
Gómez Centurión afirmó su defensa “de las dos vidas” y criticó el reparto de “misoprostol como si fueran caramelos”. Por su parte Macri dijo estar a favor de las libertades, la diversidad y prometió la “guerra contra los femicidios”.
Ya sobre el cierre, el presidente advirtió que “volvió el atril y el dedito acusador kirchnerista”, al tiempo que pidió el voto para seguir con los cambios y volver al mundo. “¿2000 puntos de riesgo país es volver al mundo?”, tiró Fernández en su cierre.