Llegará al acto en tren, custodiado por la seguridad y militantes. En Barrancas de Belgrano comienza la serie de convocatorias masivas que se sucederán las próximas semanas en los distritos que el oficialismo considera claves para su objetivo de forzar el balotaje.
El presidente Mauricio Macri relanzará esta tarde la campaña bajo el nuevo formato de actos masivos con una convocatoria en la Plaza Barrancas de Belgrano, en una de las zonas más acomodadas de la ciudad de Buenos Aires, en busca de un objetivo aún lejano: forzar un balotaje y dirimir su reelección en noviembre.
A primera hora de la tarde de ayer, los responsables del operativo terminaron de definir detalles de la logística, que contó en la previa con acalorados intercambios entre el entorno presidencial y Hernán Lombardi, a cargo de la producción del evento, y Casa Militar, a cargo de la seguridad.
Al final, cómo había anticipado este medio, Macri se subirá en la estación Olivos, acompañado por su custodia, algunos de sus colaboradores más cercanos y decenas de voluntarios, a un vagón ya identificado de una de las formaciones del tren que cubre el recorrido Tigre-Retiro del Ramal Mitre. Menos de 20 minutos después tiene previsto bajarse en Belgrano C y, rodeado de militantes -cómo en las épocas de los actos masivos de Cristina Kirchner, que era flanqueada por La Cámpora-, terminará su periplo arriba de un colectivo, desde donde le hablará a las miles de personas que lo esperarán en la primera marcha bajo el lema “Sí se puede”.
Según lo previsto, el senador y candidato a vicepresidente, Miguel Ángel Pichetto; el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, y la diputada Elisa Carrió antecederán al Presidente en su discurso. “Por el momento, va”, contestaron ayer colaboradores de la líder de la Coalición Cívica cuando se les consultó por su participación protagónica.
Rodríguez Larreta esperará al mandatario arriba del colectivo ploteado, preparado para la ocasión.
El resto de los funcionarios estarán diseminados por la zona. “Nos pidieron que los ministros de Nación y de Ciudad caminemos por todos lados”, aseguró uno de ellos. En la Plaza Barrancas de Belgrano entran unas 5 mil personas. Los organizadores esperan mucho más que eso.
Se había especulado con que María Eugenia Vidal también podía ser de la partida, pero en su entorno cortaron de cuajo el trascendido. Sí lo acompañará a Macri en la marcha del lunes, en Junín, la segunda parada de las caravanas por el país, el nuevo estilo de campaña que tendrá lugar después en ciudades de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, entre el martes y el jueves.
El Presidente tiene agendado entre lunes y martes anunciar una serie de medidas destinadas principalmente a la “clase media”, como había adelantado el jefe de ministros y de campaña, Marcos Peña, en el encuentro del miércoles, en Olivos, con el gabinete y candidatos de todo el país.
El ministro Dante Sica está a cargo de la elaboración de las iniciativas. Según los trascendidos, van desde alivios impositivos y guiños a PyMEs y monotributistas. Los detalles se mantienen en reserva.
Es que el Gobierno quiere dejar el anuncio para contrarrestar la oficialización del número de pobreza por parte del INDEC, agendada para este lunes, un rato antes de la convocatoria de Junín. Según las estimaciones, la cifra rondaría el 35%. La última medición, correspondiente al segundo semestre del 2018, fue del 32%.
En paralelo, la Casa Rosada diseñó un plan de inauguración de obras antes del inicio de la prohibición por ley de "actos públicos susceptibles de promover la captación del sufragio, el miércoles 2, por unos $5.800 millones. Son obras de cloacas, saneamiento, transporte, vivienda e infraestructura en Entre Ríos, Jujuy, Córdoba, Corrientes, Misiones, Santa Fe, Salta, Tucumán, Río Negro, la Ciudad y la provincia de Buenos Aires.
Según el cronograma al que accedió este medio, entre el lunes pasado y hasta el próximo martes, Macri, ministros, funcionarios de segundas y terceras líneas, y candidatos, habrán inaugurado más de cien.
Después será el tiempo de las promesas de campaña. Para tratar de revertir el resultado de las PASO, de poco más de 15 puntos en favor de Alberto Fernández. Una proeza a la que solo se aferran los más optimistas.