"Los argentinos siempre fuimos militantes de verdades parciales. Pero eso nos llevó a la tragedia. Está bien que haya conflictos, pero la tarea de la Corte, como tribunal constitucional, debe ser la de contraponer argumentos y buscar un lenguaje común", dijo Ricardo Lorenzetti, presidente de la Corte Suprema. Lorenzetti, que se definió como "un juez progresista", encabezó ayer las jornadas sobre Justicia, Comunicación y Medios, que fueron organizadas por el Centro de Información Judicial (CIJ) y la Universidad de San Andrés.

Durante el encuentro, que fue coordinado por el periodista Luis Novaresio, también expusieron la directora de Comunicación Pública de la Corte, María Bourdin; la periodista Magdalena Ruiz Guiñazú, y el historiador Eduardo Zimmermann.

Apenas arrancó el evento, un joven, de evidente filiación kirchnerista, irrumpió en medio del auditorio que se disponía a escuchar a los panelistas. Sin identificarse, pero con amplia cobertura de los medios oficialistas, mostró un mapa de medios del Grupo Clarín y acusó a Lorenzetti por el trámite de la causa sobre la ley de medios audiovisuales, que lleva cuatro años desde que arrancó, en 2009, en primera instancia.

Ya se sabía de antemano que eso iba a ocurrir y, en rigor, el fallo no está demorado porque el caso sólo llegó a la Corte en julio último. Pero Lorenzetti, ni allí ni cuando respondió las preguntas finales, dio pista alguna sobre el contenido de ese fallo ni se sintió agredido.

"No podemos adelantar el fallo, es imposible que diga algo, porque faltaría a mi responsabilidad", se limitó a decir Lorenzetti en el marco del evento. Añadió que el máximo tribunal que preside toma "el tema con muchísima seriedad" y aseguró que tratará de hacer "lo mejor posible".

El titular de la Corte, en cambio, se preocupó por dejar en claro cuáles son los ejes de la política comunicacional de la Corte: "Esa política no es sólo la creación del Centro de Información Judicial, sino básicamente la idea de hacer que la Corte escuche todas las voces".

Zimmermann, que fue quien había tomado la palabra en primer lugar, señaló que la política comunicacional del Poder Judicial "es muy importante para la creencia de que el derecho tiene validez moral", mientras que Bourdin explicó que el desarrollo del CIJ ya lleva cinco años.

Pero luego del turno de Magdalena, que revalorizó la independencia judicial, Lorenzetti trató de mostrar que aquel esquema comunicacional responde a una filosofía del tribunal."Estoy acá, porque hablo acá o en la Universidad de La Matanza y digo lo mismo que siempre escribí en los libros. Los jueces, es cierto, tenemos ideologías distintas. Algunos son conservadores y otros somos progresistas.

"Pero el problema no es la ideología del juez, sino su imparcialidad, y el mejor camino es el de contraponer argumentos. Por eso tenemos una Corte muy diversa, con jueces que piensan distinto, y por eso realizamos audiencias públicas, para tener argumentos para contraponer", explicó.

"No hay que volver a repetir las tragedias del pasado. Si no aprendemos a contraponer argumentos, seremos una sociedad con culturas divergentes, que se separan", afirmó, en una obvia alusión a las antinomias políticas que se profundizaron durante los últimos años.

DEFINICIONES QUE NO DIERON PISTAS DEL FALLO

Ricardo Lorenzetti - Presidente de la Corte suprema

"No podemos adelantar el fallo, es imposible que diga algo, porque faltaría a mi responsabilidad"

"[La Corte trata el tema de la ley de medios] con muchísima seriedad [y hará] lo mejor posible".

Fuente: lanación.com