La medida, que no permitía subas en los precios durante tres meses, duró solamente 33 días
El Gobierno informó que por la volatilidad internacional del precio del petróleo, y a pesar del congelamiento anunciado a mediados de agosto pos devaluación, habilitará un aumento de los combustibles. La suba será de 4% a partir de mañana, informó el Ministerio de Hacienda a través de un comunicado.
Se trata de una nueva flexibilización del congelamiento, aunque no será derogado el decreto original. La suba será autorizada mediante una resolución que saldrá publicada en el Boletín Oficial. Y si bien implica un alivio, es ínfimo para el sector, si se tiene en cuenta que el atraso hoy asciende al 38%. Además del incremento en el precio de los combustibles, el Gobierno autorizó una suba del 5,58% del valor del barril reconocido a los productores de petróleo.
"El Decreto de congelamiento de los combustibles del 2 de septiembre de 2019 habilita a la Secretaría de Gobierno de Energía (SGE) a dictar, en la medida en que las circunstancias lo ameriten, los actos que resulten necesarios para ir normalizando los precios del sector con el fin de proteger al consumidor y sostener el nivel de actividad y el empleo", asegura el parte de prensa.
Y agrega: "Dichas circunstancias se vieron notablemente afectadas a partir del incremento del precio del petróleo que derivó del ataque sufrido por las infraestructuras petroleras de Arabia Saudita. El precio del Brent aumentó 14% en un día, lo que representó la tercera variación más importante tras las sufridas en 1986 (15,1%) y 2009 (16,8%)".
Según el Gobierno, estos acontecimientos conllevan a una situación imprevista y significativa de incremento de precios que inevitablemente impactan en la producción, la comercialización y el normal abastecimiento de los combustibles en nuestro país. Por eso, con el fin de atenuar estos impactos, queda autorizada la suba del 4% en los combustibles desde mañana.
Desde que se estableció el congelamiento, todas las empresas de energía, productoras y refinadoras empezaron a trabajar con el Gobierno para analizar de qué manera podía flexibilizarse la medida que generaba un enorme impacto en el sector. La primera decisión fue liberar los precios para el canal mayorista y dado los ingresos extra que generaría esa liberación, se autorizó un aumento del valor del dólar de $ 45,19 a $ 46,69 para la fijación del precio del barril a los productores, lo que implicó una suba del 3,3% en el precio del barril.
Además, en ese mismo decreto del 2 de septiembre, se estableció una transferencia de $ 2,81 por dólar para los productores de petróleo, lo que llevaba entonces el dólar de $46,69 a $49,50 para todos los barriles entregados al mercado interno por un periodo de 30 días. Este monto agregaba un 6% de aumento al precio del barril. El costo fiscal de esta transferencia es de $1.550 millones de pesos y será solventado reasignando partidas del presupuesto de la Secretaría de Gobierno de Energía, informó en ese momento la secretaría de Energía.