Corden se sintió directamente aludido por un monólogo reciente de un colega en el que este hablaba de la “alta tasa de obesidad que asola el país norteamericano” y que él relacionaba directamente con el “auge de movimientos como el body positive, que celebra todo tipo de cuerpos”, o de las “políticas de tolerancia cero ante la discriminación contra las personas gordas”.
Lejos del tono amable que suele tener su talk-show, el conductor se enojó por otro monólogo y respondió desde lo más íntimo de sus pensamientos.
Habitualmente, el talk-show de James Corden en la cadena CBS es uno de los más amables de la televisión estadounidense, pero todo el mundo tiene un límite y este fin de semana, el británico arremetió contra el humorista Bill Maher, que se encuentra al frente de un programa muy similar al suyo para HBO.
Corden se sintió directamente aludido por un monólogo reciente de su colega en el que este hablaba de la “alta tasa de obesidad que asola el país norteamericano” y que él relacionaba directamente con el “auge de movimientos como el body positive, que celebra todo tipo de cuerpos”, o de las “políticas de tolerancia cero ante la discriminación contra las personas gordas”.
En una intervención realizada en el marco de su propio late-night, Corden quiso dejar claro que su llamamiento a ‘avergonzar públicamente’ -o fat shame, el término en inglés que ambos utilizaron- “a quienes padecen sobrepeso solo puede tener consecuencias negativas”.
“Sabemos que tener sobrepeso no es bueno para nosotros. Yo llevo toda la vida intentando controlar mi peso y fallando estrepitosamente. Se me da fatal: tengo días buenos y meses malos”, explicó Corden acerca de su propia experiencia sin renunciar a las bromas, pero en un tono muy duro.
“Pero adoptando esa postura solo estás perjudicando a tu propia causa. Está de sobra demostrado que las críticas a las personas gordas solo consiguen una cosa: que la gente se sienta avergonzada, y la vergüenza conduce a la depresión, la ansiedad y la aparición de comportamientos autodestructivos, como por ejemplo comer de más”, continuó Corden.
“Si burlarse de los gordos y las gordas consiguiera de verdad que adelgazaran, créanme, no habría niños gordos en los colegios y yo tendría unos abdominales como una tableta de chocolate”, sentenció el conductor.