El vocero principal del Fondo, Gerry Rice, aclaró durante una conferencia de prensa en la sede del organismo multilateral que el Fondo no violó ninguna regla ni su estatuto en el seguimiento del programa argentino.
El Fondo Monetario Internacional confirmó este jueves en Washington que el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, viajará "a fin de mes" a la capital norteamericana para reunirse con las autoridades del FMI. Anticipó además que tanto la quinta revisión del programa stand-by como el envío de los 5.400 millones de dólares correspondientes a ese examen serán parte de las conversaciones.
"Puedo confirmar que el ministro Lacunza y su equipo visitarán Washington en los últimos días de septiembre para continuar con las discusiones sobre el programa", dijo el vocero principal del Fondo, Gerry Rice, durante una conferencia de prensa en la sede del organismo multilateral. "No tengo el detalle de la agenda, pero imagino que se reunirá con Alejandro Werner, director de nuestro departamento del Hemisferio Occidental y su equipo", añadió.
El presidente Mauricio Macri coincidirá unos días antes en Nueva York con el número dos del Fondo, David Lipton, con motivo de la Asamblea General de la ONU. Pero no hay prevista una reunión entre ellos. "No está programada", señaló Rice sin descartarla.
Rice fue consultado también sobre si el FMI había infringido alguna regla propia en el caso del crédito que le otorgó a la Argentina ni en el seguimiento del programa. La respuesta fue contundente: "Puedo decir definitivamente que este no es el caso. Y que el objetivo del FMI ha sido tratar de ayudar a las autoridades a estabilizar la difícil situación y permitir un retorno de la confianza que allane el camino para el crecimiento en el futuro. Ese ha sido nuestro enfoque, y esa es nuestra prioridad".
"Todos reconocemos las complejas condiciones de los mercados y las incertidumbres en las políticas", dijo el vocero en otro tramo.
La quinta revisión del programa con la Argentina quedó entre signos de interrogación desde que la derrota oficialista en las PASO alteró todos los planes y provocó, como primera medida, la salida de Nicolás Dujovne del gabinete de Macri, hasta entonces principal interlocutor de los técnicos del FMI.
La misión del Fondo que debía hacer ese examen primero postergó su visita al país y luego, cuando finalmente viajó, le cambió el carácter. El objetivo ya no fue analizar la evolución de los números de la economía para luego, una vez aprobada por el board, decidir un nuevo desembolso, sino interiorizarse de los planes del nuevo ministro de Hacienda y reunirse con Alberto Fernández y su equipo.
Este último encuentro fue amable y constructivo, según coinciden todas las fuentes. Pero los técnicos del Fondo, liderados por Alejandro Werner y Roberto Cardarelli, jefe de misión para la Argentina, quedaron atrapados en el fuego cruzado de la campaña.
Ese mismo día desde el kirchnerismo hicieron trascender la versión de que los representantes del FMI se habían manifestado preocupados por el "vacío de poder" tras las PASO y habían sugerido un adelantamiento de las elecciones.
El Fondo debió desmentir "categóricamente" esa versión. "En ningún momento miembros de la delegación del FMI hablaron en éstos términos durante la reunión que mantuvieron hoy con el Sr. Alberto Fernández y sus asesores económicos", dijo el organismo multilateral en un comunicado difundido cerca de la medianoche del 26 de agosto.
Lacunza expresó unos días después la voluntad del Gobierno de renegociar el acuerdo con el Fondo Monetario y "reperfilar" la deuda argentina, e introdujo una serie de medidas tendientes a evitar una estampida al dólar en medio de la incertidumbre. En su última comunicación el FMI se refirió a esas restricciones como "medidas de gestión de flujos de capitales" dirigidas a "proteger la estabilidad cambiaria y a los ahorristas".
Esto ocurrió el primer día de este mes. Desde entonces el organismo de crédito se mantuvo en absoluto silencio, sin ofrecer pistas sobre cuándo tendrá lugar la postergada quinta revisión del programa stand-by ni, mucho menos, cuándo podrían llegarían al país (si llegan) los 5.400 millones de dólares correspondientes a esa revisión.
Se especula con que Lacunza buscará respuestas a estos mismos interrogantes y presentará argumentos sobre la necesidad de que ese refuerzo de dólares llegue cuanto antes al Banco Central.
Los analistas en Washington no son muy optimistas. Creen que el Fondo va a preferir esperar al 27 de octubre y, si gana, ver que señales ofrece Alberto Fernández. El FMI ya le giró 44.000 millones de dólares a la Argentina desde el inicio del programa original, en junio del año pasado. Ahora avanza con cautela.