Junto a su hermana, la productora Bárbara Muschietti, el cineasta habló sobre la secuela del clásico del terror, protagonizada por el payaso "Pennywise", que este jueves llega a los cines.
A partir de la adaptación cinematográfica del libro It, de Stephen King, Andy Muschietti se consolidó como uno de los realizadores más cotizados de la industria de Hollywood. El filme con el payaso Pennywise como protagonista se convirtió en la más taquillera de la historia del terror, superando a un verdadero clásico como El exorcista. Esto posicionó a Muschietti como uno de los directores con más proyectos dentro de la Meca del Cine. Así tras, rodar It: capítulo 2, se prepara para dirigir la película del superhéroe de DC The Flash.
—¿Qué fue lo más complicado de hacer una segunda entrega de un libro tan extenso como It, teniendo en cuenta lo ocurrido con la primera?
Andy: —Lo primero para mí fue el desafío narrativo, cómo condensar una historia tan rica en eventos y personajes en un vehículo un poco más accesible para la audiencia de una película. Es una película larga que no para, con un ritmo desenfrenado que además de ser una película de terror es una gran aventura y que dobla las apuestas en cuanto al impacto emocional y el horror.
—Me imagino que teniendo en cuenta la duración de esta nueva parte debe haber sido un corte más largo.
Bárbara: —No, el primer corte editorial fue de cuatro horas, pero 2 horas 45 minutos es lo que la película tiene que ser, y estamos orgullosos de ello y de ese largo y el ritmo es arrollador. Te sentás en el cine y se pasa volando.
—Evidentemente. Pero me refiero al desprenderse, a eso: "Filmé todo esto y ahora tengo que cortar…".
Andy: —Es un camino distinto, la película tiene diferentes etapas de comprensión. Primero con el guión: una vez que terminaste de escribirlo estás comprometido de una manera en que todo lo que está ahí es importantísimo. Después vas filmando y muta a medida que estás en producción, se generan ideas que reemplazan otras de manera muy sutil y vas re-escribiendo el guión en la medida de lo posible porque aún tenés escenas por filmar más adelante, en el plan de rodaje. Viene la post-producción, etapa en que por primera vez montás tu película y la ves: lo que antes era el guión, ahora es esto. Pasa por muchas etapas, y las que cosas que eran importantes en el guión ya no lo son tanto en la película en sí, y hay cosas más importantes que otras. La satisfacción del público y la película tienen que ir de la mano, ahí es donde se empieza a jugar. A veces el ritmo mata galán y es más importante que ciertas escenas: tal vez pensabas que eran importantes, pero a la gente no le interesa. Aprendimos mucho de eso en la primera. La gente quiere ir al grano. Aunque vos como escritor hayas estado pensando en subtramas, la gente no lo hace.
—Yo recuerdo que para la primera película hablamos sobre la relación con Stephen King, que no participó del rodaje. La vio solo y después envío una carta. Ahora no, está involucrado. Siento que cuando aparece en la película, cuando lo ves, es tu propio fan service.
Andy: —Para mí fue muy importante que participara. No escribió ninguna escena, simplemente fue un acercamiento en el que le dije que me gustaría saber qué pensaba del guion que estábamos por hacer y era algo que no había pasado en la primera. No solo le pedí sus ideas, también que haga un cameo. Vino y fue genial.