Es considerado el mejor ejemplo de dibujos anatómicos en el mundo. Es el más rico en detalles y colores vivos que cualquier otro manual. Pero la perfección tiene un costado macabro. El libro de anatomía humana de Pernkopf fue realizado en base a los cuerpos de las personas que el nazismo asesinó. Pero aún así, todavía se consulta.
Piel, músculos, tendones, nervios, órganos y huesos se revelan en este manual con detalles minuciosos. El Topographical Anatomy of Manes para poco impresionables.
Pero ¿qué deberían hacer los anatomistas con un atlas que es a la vez científicamente valioso pero moralmente contaminado? La respuesta es un dilema.
La comunidad científica está profundamente dividida.
Generalmente conocido como el Atlas de Pernkopf, el manual ya no se edita. Solo quedan a la venta copias usadas de algunos de sus tomos (son cuatro). El conjunto puede costar varios miles de dólares.
En Amazon.com, el volumen 2 del atlas sobre tórax, abdomen y extremidades cuesta 930.99 dólares. La descripción aclara que si bien la tapa está gastada, el libro está en "perfectas condiciones".
Su génesis, sin embargo, hace que pocos se atrevan a mostrarlo en sus bibliotecas.
Según advierte un artículo de la BBC, los hallazgos del libro vienen de los cuerpos de cientos de personas asesinadas por los nazis. Son sus cuerpos --disecados y cortados-- los que aparecen dibujados a lo largo de miles de páginas.
Los críticos advierten que el manual está manchado por su pasado. Y muchos científicos han tenido que lidiar con la ética a la hora de su uso.
Los médicos admiten sentirse incómodos con su origen, pero muchos sostienen que no podrían hacer su trabajo sin los tomos de Pernkopf.
La BBC habló con la médica neurocirujana Susan Mackinnon que suele recurrir a este material del siglo XX para operar.
Mackinnon, de la la Universidad de Washington en St Louis, usa las imágenes de cuerpos literalmente "pelados" capa por capa para llevar a cabo un procedimiento.
También citado por la BBC, el rabino Joseph Polak, un sobreviviente del Holocausto y profesor de derecho de la salud, cree que el libro es un "enigma moral" porque deriva del "mal real, pero puede usarse al servicio del bien".
Cómo se hizo
El manual fue un proyecto de 20 años a manos del médico nazi Eduard Pernkopf, que supo abrirse camino entre los académicos austríacos gracias a su apoyo al partido de Adolf Hitler.
Pernkopf era un ferviente nacional socialista que a partir de 1938 iba a trabajar usando el uniforme nazi.
Cuando llegó a decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Viena echó a todos miembros judíos de la casa de estudios, incluidos tres premios Nobel.
En 1939, una nueva ley del Tercer Reich aseguraba que todos los cuerpos de los prisioneros ejecutados fueran inmediatamente enviados al departamento de anatomía más cercano para investigación y estudio.
Durante este período, cuenta la BBC, Pernkopf trabajaba 18 horas seguidas disecando cuerpos, mientras un equipo de artistas creaba las imágenes para su atlas. A veces, el instituto de anatomía estaba tan repleto de cuerpos, que las ejecuciones se suspendían.
La doctora Sabine Hildebrandt, de la Facultad de Medicina de Harvard, dice que al menos la mitad de las 800 imágenes del atlas provienen de presos políticos. Incluían homosexuales y lesbianas, gitanos, disidentes políticos y judíos.
La primera edición del atlas se publicó en 1937 y las firmas de los ilustradores Erich Lepier y Karl Endtresser llevaban esvásticas y el símbolo del rayo doble de las SS.
Incluso la edición en inglés de dos volúmenes de 1964 incluía las firmas originales, incluidos los símbolos nazis. Ediciones posteriores sacaron con aerógrafo la insignia nazi.
El atlas de Pernkopf se vendió en todo el mundo y se tradujo a cinco idiomas.
El prefacio y las introducciones hablan "dibujos pictóricamente impresionantes... y piezas de arte sobresalientes", pero evita cualquier mención sobre su pasado macabro.
Recién en la década del 90 los estudiantes y académicos comenzaron a preguntarse quiénes eran las personas en el atlas. Y cuando se reveló la brutal historia, el atlas dejó de publicarse en 1994.
El libro quedó limitado en lo formal a fines históricos. Sin embargo, una reciente encuesta sobre neurocirugía señala que un 59% de los neurocirujanos están al tanto del atlas y un 13% de hecho lo usa.
La precisión del manual no se puede comparar con ningún otro, en detalle y precisión, aseguran. Y según la doctora Mackinnon, es particularmente útil para cirugías complejas porque ayuda a "descubrir cuál de los muchos nervios pequeños que recorren nuestro cuerpo pueden causar dolor".
Pernkopf fue echado de la Universidad y arrestado después de la guerra. Estuvo recluido en una prisión aliada durante tres años pero nunca se lo condenó por ningún crimen.
Cuando fue liberado, regresó a la universidad y continuó su trabajo con el atlas. Un tercer volumen se publicó en 1952. Murió en 1955, poco después de la publicación del cuarto y último volumen.
Más de 60 años después, el atlas sigue siendo uno de los mejores recursos para obtener información visual para trabajos anatómicos y quirúrgicos detallados, según la doctora Hildebrandt, quien enseña anatomía.
"Aquellos de nosotros que hemos aprendido a 'ver' con él lo usamos cuando tenemos dudas. En la cirugía de nervios periféricos, algunos cirujanos consideran que es una fuente de información única e insustituible", dice.
Pero aclara: "Yo personalmente no uso las imágenes de Pernkopf en mi enseñanza de anatomía a menos que tenga tiempo para hablar sobre su historia".