Lula da Silva es uno de los aliados más antiguos del kirchnerismo. El ex presidente brasileño comenzó su primer mandato en enero de 2003, apenas unos meses antes que Néstor Kirchner asumiera en Argentina. Junto a Kirchner antes y su esposa Cristina después fueron el principal eje de la alianza que incluyó al venezolano Hugo Chávez, al ecuatoriano Rafael Correa y al boliviano Evo Morales. Fue el gran momento de los gobiernos populistas en América Latina.

Luego, los tiempos cambiaron. Cristina dejó el poder y Lula, quien se preparaba a competir en una nueva elección presidencial, fue condenado por corrupción y encarcelado. Jair Bolsonaro derrotaba al Partido de los Trabajadores y formaba con el presidente argentino Macri una nueva alianza que tuvo en el acuerdo entre Mercosur y Unión Europea su punto más alto.

Por eso no extrañó cuando Lula salió a felicitar a la ex aliada y al precandidato Alberto Fernández "por el impresionante resultado" que obtuvieron en las primarias argentinas. Y tampoco extraña que, ahora, los salga a defender de las críticas que le hizo el presidente de Brasil, quien plantea escenarios sombríos ante un posible regreso al poder de quienes calificó como "bandidos izquierdistas": desde una posible crisis migratoria en el estado fronterizo de Río Grande del Sur hasta el riesgo de una Argentina convertida en una nueva Venezuela.

Lula se expresó de manera contundente en contra de los dichos del presidente brasileño y sus funcionarios.

"Mira, yo conocí Argentina, la conocí muy bien", dijo Lula este miércoles durante una entrevista concedida al periodista Bob Fernandes para la TVE Bahia y grabada en la sede de la Policía Federal de Brasil ubicada en Curitiba. "Y sé lo que hicieron los Kirchner en Argentina. Ellos pueden tener todos los defectos del mundo, pero Argentina solo tuvo crecimiento similar en la época de Perón".



"Todo lo que se escucha es en el sentido de destruir", agregó Lula al criticar la decisión de Bolsonaro de quebrar la tradición de no injerencia entre dos grandes socios comerciales. "Yo vi un discurso suyo [de Bolsonaro] estos días en contra de Argentina, en contra de la victoria de Alberto Fernández, y no pude creer que un presidente de Brasil tuviera la insensatez y la 'caradurez' de hablar de su más importante aliado comercial y estratégico –porque Argentina tiene que ser tratada como una alianza estratégica– ofendiendo al pueblo argentino, ofendiendo al hombre que ganó las elecciones primarias y aun ofendiendo al pueblo de Río Grande del Sur, pensando que el pueblo de Río Grande del Sur se va a transformar en Roraima (el estado del norte de Brasil golpeado por la crisis de los refugiados venezolanos) si gana Alberto".

En este sentido, las críticas de Lula da Silva, quien desde hace un año purga una condena de 8 años y 10 meses de cárcel por corrupción y lavado de dinero, fueron similares a las de otro ex mandatario, Fernando Henrique Cardoso, quien se distanció de Bolsonaro al juzgar que aquellos que ejercen el máximo cargo de su propia nación no deben hablar en voz alta sobre sus opiniones respecto a un vecino.

Pero, al contrario de Cardoso, según el cual el regreso de "la opción populista" no sería conveniente "ni para Argentina ni para Brasil", Lula evaluó la gestión de Macri en términos muy negativos.

"¿Qué piensa?", concluyó Lula en referencia a Bolsonaro. "¿Piensa que para la Argentina es bueno Macri, el que llevó la inflación a 74%? ¿El que llevó una deuda externa a 100 mil millones? ¿Qué piensa? ¿El que aumentó enormemente la cantidad de gente durmiendo en las calles de Buenos Aires? Por el amor de Dios…".

Infobae