El acto será el 7 de agosto, en la Plaza de la Música.
Mauricio Macri y Juliana Awada están en Córdoba y este miércoles por la noche saldrán a cenar como otras veces, pero en este caso compartirán la comida con el gobernador Juan Schiaretti, lo que busca evidenciar un vínculo especial entre ambos gobernantes, más cercano o familiar, aunque por fuera de lo político. La esposa de Schiaretti, Alejandra Vigo, está en Buenos Aires y no participará de la velada.
De este modo, el gobernador de Córdoba se protege de críticas de un sector del peronismo de su provincia, que explícitamente le pidió que proclame su respaldo a la fórmula Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner, y le da un guiño a los electores de Cambiemos, que fueron cruciales en las elecciones de 2015 y para este nuevo turno electoral siguen expresando voluntad de votar por Juntos por el Cambio.
Mientras tanto, Schiaretti se mantiene fiel a la política que tantos resultados le vino dando que el peronismo ganó las elecciones cordobeses, lo que se denomina "cordobesismo", en 1999, una corriente de base territorial en la provincia mediterránea que mantiene independencia de los debates nacionales o, por lo menos, porteños.
Córdoba se transformó, por eso mismo, en una plaza atractiva para las principales fuerzas políticas. Migue Angel Pichetto fue a visitarlo apenas fue designado candidato a vicepresidente. Alberto Fernández viajó especialmente para reunirse con el gobernador, y obtuvo una foto con él. Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey también. Y Macri va ya por vigésima vez a la provincia desde que es Presidente.
Incluso, está confirmado que uno de los cuatro cierres de campaña de las PASO será en Córdoba, el 7 de agosto, en la Plaza de la Música, donde estará acompañado por la gobernadora María Eugenia Vidal y el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, que también van por la reelección. Es el que el comando de campaña quiere instalar la idea de "boleta completa", a pesar de la sintonía con Schiaretti.
En el balotaje de 2015, Macri obtuvo 7 de cada diez sufragios en Córdoba, alcanzando el 71% de los votos, una diferencia que le permitió superar a Daniel Scioli en la segunda vuelta, a pesar de que el candidato del FPV había ganado en la provincia de Buenos Aires.