Andrea Aravena vive en el Barrio de las 400 viviendas y hace 3 años sufrió un incendio en su hogar que llevó la vida de dos de sus cuatro hijos.
Esta trágica vivencia la llevó a irse de su casa junto a su esposo y dos hijos, deambularon durante casi estos tres años de un lado al otro y en algunos momentos estuvieron en la calle.
Sin embargo desde hace un tiempo volvieron a la casa donde sucedió la tragedia y han reconstruido el espacio desde el amor y la vida.
En diálogo con Micrófono Abierto, Andrea manifestó que continúan la lucha por sus dos hijas que sobrevivieron al incendio.
“Estuvimos mucho tiempo en la calle y con nuestro marido decidimos volvernos, sobre todo por nuestras nenas, porque estábamos de un lado para el otro”.
El marido de Andrea trabaja de changas, la informalidad de su trabajo hace que no siempre cuente con trabajo, sin embargo la falta de dinero no ha sido impedimento para generar una copa de leche en la casa, donde tres años atrás murieron sus dos hijos varones.
“Creamos una copita de leche para todos los días y un comedor los días sábados. Todo surgió por las nenas, venían con amiguitas, cinco, siete, diez y compartían con nosotros, así le dábamos la merienda a 15 chicos y así se fueron sumando cada vez más. Hoy tenemos 63 chicos que meriendan con nosotros”.
Andrea cuenta que pueden brindar esta copa de leche gracias a la ayuda de la gente que se acerca a Estrada 3637, sin embargo para el tema de la comida de los días sábados se les complica poder conseguir alimentos para la cantidad de personas que ayudan.
Quienes quieran solidarizarse con esta familia que de la tragedia han aprendido a salir adelante poniendo el foco en la ayuda a los demás pueden acercarse a Estada 3637.