El índice de 24,8% en junio, desacelerándose con respecto a mayo. La inflación acumulada durante el primer semestre fue de 1.155%.
Hace tiempo ya que no es inflación sino hiperinflación. El índice de suba de precios en Venezuela fue de 24,8% en junio pasado, desacelerándose con respecto a mayo, mientras que el índice anualizado llegó a 445.482,2%, según un informe del Parlamento de mayoría opositora presentado este miércoles.
El diputado Ángel Alvarado, miembro de la comisión de Finanzas del Legislativo, indicó que la "hiperinflación" se mantiene en el país pese a haber caído frente al 31,3% de mayo.
El fenómeno se mantendrá "mientras estos números no bajen significativamente, al menos por un año consecutivo", dijo Alvarado en rueda de prensa.
El diputado explicó que la ralentización de la inflación de junio, en comparación con mayo se debió a que "el tipo de cambio, que también influye en la formación de los precios, ha estado un poco más estable". Además, señaló otros motivos, como la caída del consumo y la contracción de la economía.
La inflación acumulada durante el primer semestre fue de 1.155%, detalló el comité.
Rompiendo un silencio estadístico de tres años, el Banco Central de Venezuela (BCV) reveló el pasado 29 de mayo que la inflación había llegado a 130.060% en 2018 y que la economía se redujo a la mitad desde 2013. El ente emisor aún se reserva las cifras de 2019.
El Legislativo, cuyas decisiones son consideradas nulas por la Justicia tras declararlo "en desacato", empezó a hacer la estimación por su cuenta en 2017 y asegura que en 2018 la inflación fue de 1.698.488,2%. Mientras, el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que trepará a 10.000.000% al cierre de 2019.
El país con las mayores reservas petroleras atraviesa la peor crisis de su historia reciente, lo que ha forzado la migración de unos cuatro millones de venezolanos desde 2015, según la ONU, en medio de recrudecidas tensiones por la pugna de poder entre el presidente socialista Nicolás Maduro y el líder opositor Juan Guaidó.
Maduro lanzó en agosto pasado un programa de reformas que incluyó la eliminación de cinco ceros al bolívar y una depreciación de 96%, y prometió poner fin a la emisión de dinero sin respaldo, principal combustible de la inflación según analistas.
De acuerdo con los datos del Parlamento, el ingreso mensual de los venezolanos apenas permite adquirir 3,5% de la canasta alimentaria, lo que implica, según Alvarado, que el salario mínimo en el país "sigue siendo un salario de hambre".
Alvarado resaltó que, de acuerdo con el índice nacional de actividad económica mensual, en el primer trimestre se reportó una "caída descomunal" del 39,9 % en la economía venezolana, además de un acumulado desde el primer semestre de 2013, cuando Nicolás Maduro asumió el poder, del 64%.
Precisó que "esa magnitud de la crisis económica" explica los resultados de la inflación. "La variable fundamental acá es cómo elevamos la calidad de vida del trabajador", dijo el diputado, apuntando que el salario mínimo en Venezuela representa actualmente 6 dólares, mientras que en el pasado se ubicó por encima de 400 dólares.
Insistió en que "la receta que está aplicando" la administración de Nicolás Maduro "ni resuelve la inflación, ni la generación de riqueza, ni la generación empleo".
Para Alvarado, economista de profesión, la estrategia económica aplicada por Maduro para reducir la hiperinflación ha generado una restricción del crédito bancario, "hace más cara la vida y además contrae la economía".
"El causante de todo es el colapso económico", lo cual genera dos consecuencias: la emergencia humanitaria y la hiperinflación.
Desde hace dos años, y en respuesta a la mora del Banco Central de Venezuela (BCV) en la publicación de estadísticas, el Parlamento inició la presentación mensual del índice nacional de precios al consumidor (inflación) y el índice nacional de actividad económica mensual (indicador aproximado al producto interno bruto).